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Charlas de quincho
Fin del Mundial, que en sus últimos días produjo una distracción mayúscula en los quinchos de política formal: empezamos en Brasil, donde acompañamos a algunos de los infaltables en sus itinerarios, descubrimos a un encumbrado personaje monárquico a quien todos evitaban por cábala, y presenciamos el airado conato de algunos jugadores por una promesa no cumplida con las entradas. Desde luego, estuvimos en la cena con cordero patagónico ofrecida en Casa de Gobierno a Vladímir Putin, y le contamos al lector algunos diálogos que no verá en ninguna otra parte (que tienen que ver con preocupaciones ya superadas y angustias nuevas y crecientes). Terminamos, como siempre, con arte. Veamos.

Daniel Scioli
Cuando pasaron al comedor, todo fueron señales para interpretar. Por ejemplo, que Mauricio Macri -en una rara aparición en Casa de Gobierno- fue sentado en la misma mesa que Amado Boudou, o que Marcos Peña -su secretario de Gobierno- tuvo que compartirla con Alicia Kirchner. Macri pujó hasta último momento para que Putin fuera a la Legislatura para entregarle las llaves de la ciudad, pero la embajada rusa le mandó a decir que los actos los definía el Gobierno argentino y que eso no incluía ninguna visita a Macri. Lo consolaron con una invitación a la cena del sábado con el añadido de que fue la propia Cristina de Kirchner quien se acercó con Putin a Macri para presentárselo. Como era sábado y premundial, las presencias mermaron y eso puso en valor algunas de ellas, como la de Jorge Taiana, excanciller, que está recibiendo señales de cariño del protocolo presidencial. Algunos lo atribuyen a que lo tienen como candidato a algo importante; otros a que está cerca de la agrupación Evita, que está enojada con los costos que debe pagar el kirchnerismo por funcionarios procesados. En la mesa principal estuvieron junto a Cristina Putin, Timerman y Lavrov, el uruguayo Pepe Mujica, con quien la Presidente evitó un aparte, algo que todos esperaban dado el estado (malo) de las relaciones con el Uruguay. Intervino el extravagante Pepe cuando Cristina le regaló a Putin un bandoneón, y comentó que es un instrumento creado por un acordeonista borracho, porque tiene cuatro notas disonantes y por eso es difícil aprender a tocarlo. A Pepe, Cristina le reservó un regalo con mensaje, una matera, evocación de aquella frase de Mujica, quien se rió de que la Presidente hubiera intentado enseñarle al papa Francisco cómo se consume el mate. Esos gestos los siguieron los otros asistentes, como Eduardo Eurnekian -socio de los rusos en alguna licitación-; el ex jefe de Gabinete de la Cancillería Eduardo Valdés, que venía de una semana en Italia con un toque en el Vaticano que no incluyó visitar a su amigo el Papa; Oscar Parrilli; Leopoldo Moreau; los ministros Julio De Vido, Julio Rossi, Florencio Randazzo y Julio Alak; los gobernadores Sergio Urribarri, Juan Manuel Urtubey y Gildo Insfrán; José López; Juliana Di Tullio; Julián Domínguez; la legisladora porteña Lorena Pokoik; José López; Carlos Kunkel; Gabriel Mariotto, Juan Cabandié; José Ottavis; los empresarios Gustavo Weiss (Cámara de la Construcción), Antoni Estrany i Gendre y Juan Manuel Collazo (de Helport, la firma constructora del Grupo Eurnekian).
La hora de los discursos dejó tiempo para la sobremesa, que de nuevo giró sobre fútbol y política, por la discusión que se abrió en una mesa sobre las ambiciones de Hugo Moyano, que ahora no se dirigen a la política partidaria. Su ascenso como presidente de Independiente es el primer paso de su marcha para capturar el cargo de Julio Grondona en la AFA. Una manera de restañar su decadencia política y generar poder desde otro lado, ahora el negocio del fútbol.
El artista argentino radicado en París Julio Le Parc llegó la semana pasada al MALBA con una exposición que viene de la poderosa Casa Daros de Río de Janeiro. La muestra depara experiencias intensas: la luz surge desde la oscuridad cargada de vibraciones y se deshace en una secuencia infinita de reflejos ante los ojos atónitos de los espectadores. La mágica obra realizada en la década del 60 con maquinitas muy básicas, como cuenta el propio Le Parc, mantiene su vigencia.
En el cóctel del banco Citi que abrió la exhibición no había modelos ni celebridades para crear "clima"; la atracción verdadera era él: Le Parc, nuestra mayor celebridad del arte, con sus 86 años y más lúcido que un quinceañero. Claro que no faltaban famosos. Para comenzar estaban los dueños de casa, Clarice y Eduardo Costantini, junto con el CEO del Citi, Gabriel Ribisich; Victoria Giraudo; Laura Scotti; Gustavo Vázquez Ocampo, y los suizos que llegaron con la exposición, Hans Herzog, Kathe Walter, Yamil Le Parc, hijo del artista, y dos directores de museos de Brasil que los siguen a todos lados. "La obra de Le Parc ejerce su hechizo, como las mujeres bonitas; todos quieren quedarse con ellas", confesaron.
Había unos ricos bocaditos de polenta, variedades de quesos, jamón y salmones, y vegetales arrollados, vinos y champagne.
Finalmente, para brindar bajo el sol argentino que domina el lobby de doble altura del MALBA, una esfera dorada construida especialmente por Le Parc para la muestra porteña, estaban Lili Sieleki y María Kodama, ambas envueltas en pieles; Marie Jo Cardinal; Claudia Stad; Dominique Biquard; Amalia Mompelat; Elena Nofal; Sofía Aldao; Cristiano Rattazzi; María Pimentel; Joachim Maier y Gustavo Castagnino (Mercedes-Benz); Daniel Abate; Jorge Miño; Andrés y Canela Von Buch; Eugenia y Eduardo Grüneisen; Javier Iturrioz, Sofia Lanusse; Cecilia Züberbhuler; Alejandro Corres; Gabriela Urtiaga; Teresa Gawland; Lía Munilla; Marga Macaya; Julia Converti; Felisa Larivière, Miguel Frías; el embajador argentino en Egipto, Sergio Baur, y Maia Güemes.
Los galeristas Orly Benzacar y Alberto Sendrós volvieron a reunirse esa noche en el Malba, dado que los quinchos habían comenzado a la hora del almuerzo en Il Matarello, famoso resto italiano del barrio de La Boca enclavado en el flamante Distrito de las Artes. Los artistas Ana Gallardo, Luciana Lamothe, Catalina León y Nicanor Aráoz, invitados por el galerista Alberto Sendrós venían de ver Prisma, su nuevo proyecto, una kunsthalle al mejor estilo alemán para presentar arte. A ellos se sumó la directora de la Fundación Proa, Adriana Rosenberg. Se habló entonces de la capacidad de reacción de la gente del arte. Cambian las circunstancias económicas, cambian las tendencias artísticas y, sin tiempo para un respiro, Sendrós se traslada del microcentro a La Boca y Benzacar deja su espacio de Florida y Plaza San Martín para abrir su galería en Villa Crespo. Allí van a exhibir las obras de grandes dimensiones que hoy producen los artistas. Primero fue el antipasto, luego unos ravioles de hongos y espinacas inolvidables y finalmente el clásico tiramisú.
Por la tarde, el Deutsche Bank celebró en el Museo de Arte Moderno porteño el arribo de uno de sus tesoros: la colección de 180 dibujos. La exposición curada por Victoria Noorthoorn, directora del MAMBA, se inauguró en la Kunsthalle de Berlín y ahora suma obras argentinas. Sebastián Reynal (CEO del Deutsche)y Friedhelm Hütte (director de arte) el embajador de Alemania, Bernhard Graf von Waldersee y Noorthoorn, destacaron los nombres de Lucian Freud, Joseph Beuys, Piet Mondrian, Marta Minujín, Georg Baselitz, León Ferrari, Kurt Schwitters, Salvador Dalí, Guillermo Kuitca, Louise Bourgeois, entre otros. Pero además, elogiaron una fantástica puesta en escena donde la arquitectura desaparece y los cuadros flotan en el espacio. Los espectadores, entretanto, caminan como Heidi sobre una nube blanca. Allí estaban para disfrutar del ceviche más rico de la temporada, con granos de maíz crocantes, Mónica Gancia, Chantal Erdozain, Inés Palenque de Pujals, Mauro Herlitzka, Ignacio Liprandi, Rafael Cippolini, Jimena Ferreyro Pella, Eduardo Costa, Javier Villa y un grupo de coleccionistas activos.
Más que con un chiste, vamos a terminar con un test.
Un hombre debe elegir entre tres mujeres para casarse, de modo que las pone a prueba: les da mil dólares a cada una y les dice que los gasten a gusto. La primera vuelve y le dice: "Los usé en ropa y maquillaje". La segunda responde al volver: "Te compré palos de golf nuevos y un televisor HD última generación". La tercera dice: "Los invertí a 6 meses, para reinvertirlos luego con los intereses y forjar nuestro futuro". Pregunta: ¿Con quién se casa el hombre? Respuesta: con la que tiene las tetas más grandes.
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