20 de enero 2010 - 00:00

Cristina se corrige y gira el caso Redrado al Congreso. Presión a Cobos

Cristina se corrige y gira el caso Redrado al Congreso. Presión a Cobos
Cristina de Kirchner suspendió su viaje a China, previsto para la semana próxima, para no dejar el Gobierno a cargo de Julio Cobos, a quien volvió a acusar de no cumplir con sus responsabilidades constitucionales y liderar la oposición.

«Me quedo aquí porque cualquier medida que tienda a desestabilizar es responsabilidad mía, y el vicepresidente no cumple con su rol», acusó Cristina de Kirchner.

La Presidente hizo el anuncio ayer por la tarde, en una conferencia de prensa desde el Salón Sur de la Casa de Gobierno, donde también anunció que convoca a la Cámara de Diputados para que conforme la comisión que debe aconsejar sobre el pedido de dimisión de Martín Redrado, a quien se refirió en todo momento como «el ex presidente del Banco Central». La Comisión Bicameral la preside Cobos y la Presidente aclaró que su dictamen «no es vinculante» (ver nota aparte), en una maniobra en la cual debería anular el Decreto de Necesidad y Urgencia que remueve a Redrado y esperar el «consejo» que debe emitir el Congreso. La conferencia arrancó con el anuncio del superávit de 2009 (ver nota aparte) y continuó con las explicaciones sobre la desconfianza hacia el vicepresidente.

«Tenía que encabezar una misión comercial, pero este viaje me obliga a estar más de diez días fuera del país, un lapso demasiado grande sobre todo cuando quien ejerce la vicepresidencia del país no cumple el rol que le impone la Constitución y no sólo se ha convertido en líder de la oposición, sino que se opone y obstruye las medidas de la Presidenta», sostuvo Cristina de Kirchner.

Dijo que «cualquier ciudadano tiene derecho a disentir con las políticas del Ejecutivo, pero no desde el lugar de la vicepresidencia» y que «la nuestra no es una interpretación caprichosa (de la Constitución)» y entonces «la Presidenta debe quedarse porque la Constitución dice que yo soy la responsable». Remató con que «si otros no ejercen sus roles con responsabilidad, yo sí».

Luego comunicó que instruyó para que se envíe una nota al presidente de la Cámara de Diputados para que conforme la comisión que integran representantes de las comisiones y dijo que si la «primera cuestión tiene que ver con el incumplimiento de los roles», la segunda -como motivo de suspensión de la gira- lo tiene con la «judicialización de la política».

«Es como el tango -dijo Cristina de Kirchner-, se necesitan dos que bailen, un político que vaya a buscar una solución que es eminentemente política a la Justicia, y un juez que se preste».

Se refirió entonces a la reforma de la Constitución que pactaron Raúl Alfonsín y Carlos Menem, que introdujo como norma los DNU y a su postura como senadora para controlar ese tipo de medidas. Se excusó diciendo que «cuando dicté el cese del ex presidente del Banco Central lo remití en forma inmediata al Poder Legislativo y de nuevo fue objetado ante la Justicia» y que lo emitió porque «había receso» en el Congreso y además porque «la famosa comisión que aconseja sobre la salida del ex presidente del Central» no estaba conformada. Reforzó esas explicaciones sosteniendo que «la remoción requiere de una urgencia cuya dilación puede perjudicar a los intereses del país, de un país que no tiene buena imagen en el exterior desde los acontecimientos de 2001».

Fustigó a la oposición para que se reúna la comisión y aconseje, «con la misma celeridad y premura con que hacen conferencias de prensa y se disponen a poner palos en la rueda». En otro sentido, Cristina de Kirchner dijo que «nunca estuvo en riesgo la gobernabilidad».

Cobos respondió horas más tarde de los anuncios presidenciales, pidiéndole a la Presidente que revea la oportunidad del viaje (ver nota aparte), mientras desde la oposición criticaron la decisión. La desconfianza de la mandataria proviene de la posibilidad de que Cobos -a quien nunca mencionó por nombre ni apellido- convocara a extraordinarias para dar tratamiento a los DNU.

«Si es vicepresidente, no puede ser opositor. No se puede estar en la tribuna de River, gritando los goles de Boca», insistió Cristina de Kirchner contra el funcionario.

«Hay una obstrucción permanente en cada una de las medidas del Gobierno: medida que toma el Gobierno encuentra al vicepresidente como vocero opositor», se quejó.

Si bien la Presidente activó el proceso legislativo para que funcione la comisión bicameral, como sostiene la carta orgánica del Banco Central para remover a su titular, en cambio no habilitó el debate parlamentario sobre el DNU que dispone de las reservas para la conformación de un Fondo del Bicentenario destinado a cancelar deuda pública. «Lo que es primordial es resolver la cuestión y la estabilidad de la autoridad monetaria», refirió Cristina de Kirchner al aludir a que no convocará a sesiones extraordinarias del Congreso.

«Se reunirá en ordinarias y allí vamos a tener que discutir también cosas más amplias porque para qué sirven las reservas significa también un modelo diferente del que han planteado los modelos neoliberales», se extendió la Presidente.

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