16 de octubre 2015 - 00:00

Declaró Lula y negó acusación de lobby y tráfico de influencias

Luiz Inácio Lula da Silva perdió su aura de intocable, y en el contexto de la crisis político-judicial que vive Brasil, ayer declaró como sospechoso en una causa de tráfico de influencias. Por ahora no hay pruebas firmes en su contra.
Luiz Inácio Lula da Silva perdió su aura de intocable, y en el contexto de la crisis político-judicial que vive Brasil, ayer declaró como sospechoso en una causa de tráfico de influencias. Por ahora no hay pruebas firmes en su contra.
Brasilia - El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva prestó ayer declaración de manera voluntaria ante la fiscalía, que lo investiga por supuesto tráfico de influencias a favor de una importante constructora tras su salida del poder.

El Ministerio Público Federal de Brasilia abrió en julio una investigación penal contra Lula da Silva por supuestamente haberse valido de su influencia, después de dejar la presidencia en 2011, para hacer que el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico (BNDES) favoreciera a la constructora Odebrecht, la más grande de Brasil.

La declaración ante el fiscal Iván Claudio Marx fue seguida con fuerte interés por la prensa, dado el hecho inédito de que quien fuera hasta hace poco el político más prestigioso de Brasil haya debido prestar declaración, aunque sea voluntariamente, en un caso de corrupción.

La oficina de Lula da Silva, en tanto, explicó que el hecho de que no se lo haya podido citar y que la comparecencia haya sido voluntaria marca tanto la falta de pruebas de la fiscalía como la decisión del exmandatario de despejar las sospechas.

Lula argumentó ante los fiscales que "todos los presidentes y exmandatarios del mundo entero defienden a las empresas de sus países en el exterior", informó ayer, mediante un comunicado, el Instituto Lula.

Con todo, los investigadores presumen que el expresidente influyó ante el BNDES para que financiara proyectos de la constructora, investigada a su vez por el escándalo de corrupción en Petrobras, en otros países latinoamericanos y africanos.

De acuerdo con el Instituto Lula, el exmandatario resaltó que nunca interfirió en contrato alguno suscrito entre el BNDES y empresas privadas, pero precisó que "siempre intentó ampliar las oportunidades de divulgación de esas compañías en el exterior, con vistas a la generación de empleos y de divisas para Brasil".

"Quien desconfía del BNDES no tiene noción de la seriedad de esa institución", agregó el comunicado.

La fiscalía investiga varios viajes realizados por Lula a países como Panamá, Venezuela, República Dominicana y Ghana que fueron costeados por Odebrecht, empresa que admitió haber pagado algunos de esos viajes, aunque negó que el expresidente haya actuado como lobbyista.

Después de concluir su segundo mandato, Lula desarrolló una intensa actividad de conferenciante tanto en Brasil como en el extranjero y, según Odebrecht, ése era el fin de los viajes que pagó al exsindicalista que gobernó entre 2003 y 2010.

Debido a las denuncias que lo vinculan con el "Petrolão", el presidente de Odebrecht, Marcelo Odebrecht, está detenido con prisión preventiva desde el 19 de junio por decisión del juez federal de Paraná Sérgio Moro, máximo responsable de la operación "Lava Jato".

Según los abogados del empresario, la prisión preventiva busca doblegarlo para que acepte convertirse en un delator a cambio de un alivio en una eventual condena, a lo que este se niega.

La nota dice que Lula le explicó a Marx que todas sus ingresos por conferencias fueron declarados y contabilizados, "con los debidos impuestos pagados", e insistió en que "jamás interfirió en la autonomía del BNDES y en las decisiones del banco sobre concesiones de préstamos".

Paralelamente a este asunto Lula será interrogado por la Policía Federal como testigo en el caso Petrobras, por el cual están siendo investigados medio centenar de políticos, la mayoría de la base aliada de la presidenta Dilma Rousseff.

La Policía Federal cree que Lula pudo haber "obtenido beneficios para sí mismo, para su Partido de los Trabajadores o para su Gobierno, manteniendo una base de apoyo partidista sustentada a costa de negocios ilícitos" en Petrobras.

No es ése el único problema que deberá enfrentar. La Justicia de Brasil recibió un pedido de las autoridades italianas para que sea indagado sobre una supuesta relación con un empresario vinculado con el ex primer ministro Silvio Berlusconi, dijo ayer la prensa local.

La procuraduría italiana está interesada en saber si Lula intermedió en gestiones relacionadas con una maderera en la región amazónica que fue comprada al empresario italiano Valter Lavitola, muy próximo a Berlusconi.

Agencias EEF, ANSA y AFP,


y Ámbito Financiero

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