El presidente Barack Obama firmó a finales de noviembre una ley que autoriza por primera vez el uso comercial de las riquezas recogidas en los asteroides y en la Luna.
Esta ley, bautizada como "The US Commercial Space Launch Competitiveness Act" o "Space Act" (Ley de competitividad comercial de los lanzamientos espaciales de EE.UU. o Ley del espacio), prevé que todo material encontrado por un estadounidense o una empresa del país en un asteroide o en la Luna le pertenece, explicó Jim Dustan, abogado especializado en propiedad intelectual de la firma Mobius Legal Group.
Estados Unidos rompe de esta manera con la idea generalmente compartida de que el espacio es de todos y debe ser explorado con fines científicos para el interés de la humanidad.
Las primeras misiones de prospección deberían comenzar en 2017 y extenderse hasta 2019. El objetivo será confirmar la información disponible sobre unos 1.500 asteroides de fácil acceso registrados por la NASA, de los cuales 10% poseen recursos minerales.
DSI y Planetary Resources quieren comenzar a explotar el agua, contenida en forma de glaciares en los asteroides cercanos a la Tierra, para aprovisionar las naves espaciales y combustibles a través del hidrógeno. Proyectan la construcción de una estación de servicio. "El envío de dos toneladas de agua por año al espacio significa 100 millones de dólares. Si logramos explotar el agua en el lugar y alimentar las bases en órbita, es una enorme oportunidad que se abre", destaca Lewicki.
DSI apuesta ahora por la puesta en órbita de centrales de energía solar que alimenten a la Tierra, por lo que desarrolló máquinas espaciales de 25 kilos bautizadas "FireFlies" (luciérnagas) y sondas de 32 kilos "DragonFlies" (libélulas).
Agencia AFP |
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