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El agro, nuevamente en jaque

En el último mes, las cotizaciones de soja y maíz se mostraron en baja, que combinadas con costos firmes, complican la ecuación. Los rindes de indiferencia aumentaron como consecuencia de esto, y se traducen en más quintales para cubrir los costos y "salir hecho".
Para siembras en campos arrendados la cuenta se complica aún más, con quebrantos que se intensifican.
Los cultivos vuelven a estar sometidos a estrés térmico. La falta de lluvias, insuficientes por la ola de calor, lleva a que las proyecciones de rindes se recorten día a día.
A modo de ejemplo, en campo propio se requieren 28 qq/ha para "salir hecho" en trigo, 19 qq/ha en soja de 2ª, 85 qq/ha en maíz y 29 qq/ha en soja de primera.
En campo arrendado los rindes de indiferencia son mayores, del orden de 32 qq/ha en trigo, 22 qq/ha en soja de 2ª, 101 qq/ha en maíz y 38 qq/ha en soja.
Las complicaciones climáticas no serían tan dramáticas si los precios no estuvieran recortados por retenciones.
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