Lejos de cualquier señal de alivio, en las últimas semanas se agudizó aun más la situación provocada por la grave sequía que afecta las tierras productivas del país. Trigo y maíz son los cultivos más perjudicados, pero el alcance del déficit hídrico -de lluvias y en suelos- también sigue extendiendo su nocivo efecto sobre la producción ganadera.
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Las provincias más complicadas son La Pampa, Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba, Tucumán y Chaco, con pérdidas que si bien aún no se traducen en cifras oficiales de la Secretaría de Agricultura y el INTA, la recopilación de datos de gobiernos provinciales y fuentes privadas da cuenta de un daño de al menos $ 1.700 millones. Análisis más pesimistas sitúan la merma en hasta $ 4.000 millones. La depresión incluso ya provoca la cancelación de ferias agropecuarias como ocurrió este fin de semana en Vera, Santa Fe.
Está confirmado que la productividad de los cultivos caerá fuerte, en torno a 25%, aun si se cumplieran los pronósticos de precipitaciones, las cuales están previstas recién para los primeros días de octubre.
Insumos más caros
La sequía contó con la «colaboración» de la suba del precio de insumos y la crisis local e internacional. La incertidumbre generada por el conflicto campo-gobierno redujo en mayo la siembra triguera. Lo mismo comenzó a ocurrir con el maíz, actualmente en fecha de implantación, que abarcaría unos 2,7 millones de hectáreas, 15,6% menos que el año pasado. A la fecha sólo se sembraron unas 107.060 hectáreas.
La caída del precio internacional de los granos también ingresa como variable negativa, con valores 30% por debajo de los de hace apenas dos meses.
En su último informe, la Bolsa de Cereales advirtió que a la crítica situación del cultivo del trigo en Santa Fe, Córdoba y La Pampa, se agregan ahora «nuevos plantíos en situación de riesgo en zonas de Buenos Aires como en las áreas norteñas limitantes con el sur santafesino y en la de los partidos del Nordeste». «En el Oeste (los cultivos) comienzan a desmejorar, necesitando agua a la brevedad; se suman además los daños ocasionados por el frío en Salta y Tucumán que han disminuido las posibilidades productivas», afirmó la entidad, que destacó que sólo el centroeste y el sudeste bonaerense mantienen «un escenario productivo positivo».
El resultado será que el rendimiento por hectárea a nivel nacional bajará entre 10% y 15% respecto de la campaña triguera anterior. Los recortes en el área de cosecha impactarán en el volumen de la producción, que podría caer 25%, según la Bolsa.
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