Un perito contratado por la defensa de uno de los sospechosos del crimen de Mariano Ferreyra fue apartado ayer del expediente, acusado de haber intentado alterar la bala que mató al activista del Partido Obrero (PO). Se trata de Roberto Locles, que días atrás protagonizó un escándalo durante una reunión conjunta de peritos oficiales y de parte cuando manipuló de manera aparentemente imprudente el proyectil. El especialista también había tenido participaciones resonantes y mediáticas en casos como la investigación por el asesinato del soldado Omar Carrasco y por la muerte de Carlos Menem Junior.
La jueza de Instrucción Susana López resolvió sacar del caso a Locles, contratado por la defensa del picaboletos Guillermo Uño, por las denuncias en su contra. Al mismo tiempo abrió una nueva causa por supuesto intento de destrucción de pruebas, que por sorteo recayó en el juzgado de su colega Alberto Baños.
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