16 de diciembre 2013 - 00:00

Judiciales, más duros por aumento (Corte negocia)

Julio Piumato
Julio Piumato
La espera por el tercer incremento salarial del año (10%) en el Poder Judicial ya agita al gremio que conduce Julio Piumato. Desde el sindicato alineado con la CGT de Hugo Moyano se están organizando asambleas en diversas geografías y hoy comenzarán a ultimarse los preparativos para un paro de carácter nacional. El rol de Ricardo Lorenzetti será clave en la negociación con Jorge Capitanich, ya que el jefe de Gabinete es quien debe autorizar dicho incremento que se realiza con fondos propios del Poder Judicial.

La inquietud en el gremio va en aumento, y los estallidos policiales de los últimos días marcan el ritmo a partir de los incrementos que lograron los uniformados. No lo dirá en voz alta, pero Piumato cree que el kirchnerismo ya ha decidido no conferir el último 10%. El escenario más favorable que imagina es que el Gobierno autorice un 5% en diciembre y otro 5% en enero.

La estructura de incrementos de los judiciales tiene tres instancias: al comienzo, a la mitad y sobre el cierre de cada año. Las tres acumulan un 30% y suelen ser una de las paritarias más favorables. La explicación más habitual es que los salarios de este poder solían estar muy retrasados en comparación con otros ámbitos del sector público. Tanto en el Consejo de la Magistratura como en la Corte se conocen casos de funcionarios que hace cinco años pasaron del Poder Ejecutivo al Judicial y que salieron perdiendo a nivel ingresos.

Lorenzetti juega un papel decisivo en las conversaciones, ya que Piumato, al ubicarse en la central moyanista, no tiene acceso a las conversaciones en Balcarce 50.

Más allá de las ideologías, el contexto no colabora: mientras el Gobierno intenta encapsular los aumentos a los policías, Piumato le dice, a quien quiera escucharlo, que esos aumentos ya "son el nuevo techo para sentarse a hablar".

Piumato, al igual que Lorenzetti, adhiere a la tesis de que el Consejo de la Magistratura no tiene capacidad de gestión, opinión, que, en el caso del sindicalista se complementa con un rechazo a la figura del actual presidente del cuerpo colegiado, el camarista Mario Fera.

Las expectativas cambian muy rápido en los principales despachos del cuarto piso del Palacio de Tribunales. Apenas se emitió el fallo por la constitucionalidad de la ley de medios, el Gobierno reactivó en el Congreso la discusión por el nuevo Código Civil y Comercial cuyo proyecto redactaron Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco.

A principios de noviembre se creía que esa decisión política iría acompañada en materia económica. No sólo todavía no ha sido así, sino que, además, se reinstala la percepción del mes de julio, cuando uno de los justices escuchó a un funcionario del Ministerio de Economía decir que el segundo aumento, en realidad, sería el último. La Corte venía de fallar contra la reforma judicial.

Si bien la reunión del pasado jueves que mantuvieron los ministros con Capitanich no arrojó definiciones sobre dicho incremento, allí se escuchó un diagnóstico pesimista sobre las cuentas del Consejo de la Magistratura. Para tener en cuenta: los sueldos de noviembre los pagó la Corte de su fondo anticíclico.

Esa caja, desde la reforma judicial, es sensible de ser canjeada por bonos del Ministerio de Economía. Sólo es necesario un decreto. En esa cartera tuvo un impacto negativo, días atrás, el fallo de la Corte que les otorgó más herramientas a aquellos que litiguen contra la AFIP en el Tribunal Fiscal, órgano que depende del ministerio y que viene atrasado en los concursos (una oleada de presentaciones podría hacerlo colapsar). La resolución motivó más de una llamada del Palacio de Hacienda a la calle Talcahuano.

En 2012, el último aumento del 10% llegó prácticamente sobre la hora, en la última semana del año.

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