10 de abril 2012 - 00:00

La palabra, lo último de los bancos centrales

Washington - Algunos de los jefes de los bancos centrales más prominentes del mundo podrían tener que esperar que el lápiz sea tan poderoso como la espada. Con la Reserva Federal, el Banco Central Europeo y otras autoridades de países industrializados estirando los límites de la política monetaria, ha crecido la presión para que contengan sus medidas, e incluso para que se empiece una estrategia de salida. Altos funcionarios han debido depender cada vez más de los discursos, no siempre con éxito, para transmitirles a los mercados financieros cómo pretenden manejar sus economías.

«Un nuevo régimen de política, caracterizado por los discursos, está aquí», dijo Eric Green, economista de TD Securities. «La política está más constreñida y una mayor expansión es cada vez más problemática en alcance y complejidad», agregó. Con el repunte de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a fines de marzo ante indicios de una recuperación económica, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, dio un discurso que se enfocó en la debilidad del mercado laboral. Los mercados bursátiles y de bonos subieron ante las esperanzas de que ello significaba que había preparativos para una tercera ronda de alivio cuantitativo.

La semana siguiente, la divulgación de las minutas de la reunión de marzo de la Fed entregó una imagen mucho más austera, con un menor número de miembros con derecho a voto en el Comité Federal de Mercado Abierto considerando activamente más estímulos, apenas dos de diez. La noticia llevó a Vincent Reinhart, exfuncionario de la Fed y actual empleado de Morgan Stanley, a revisar fuertemente a la baja su pronóstico de perspectivas de una tercera ronda de alivio a 1/3 desde 2/3. Apenas unos días después, datos arrojaron que el ritmo de creación de empleos se redujo a la mitad en marzo desde los meses anteriores, reviviendo parte de las apuestas sobre más acciones de la Fed. Sin embargo, economistas dijeron que las autoridades no prestarían mucha atención al dato de un solo mes.

Agencia Reuters

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