Mar del Plata austera, pero con buenos títulos

Mar del Plata - Se esperaba ayer la llegada del director Juan Antonio Bayona a Mar del Plata, para presentar “La sociedad de la nieve”, nueva versión del recordado episodio de los rugbiers uruguayos perdidos en plena cordillera de los Andrés en 1972, y reaparecidos (algunos) cuando ya todo el mundo los daba por muertos. Después de la función Netflix ha preparado una cena de gala. Bayona es la única estrella internacional de este Festival Internacional. En la inauguración estuvo el ministro candidato Sergio Masa, rodeado de gente del cine con cánticos y pancartas, que ocuparon la mitad del Auditorium. Invitado al escenario, afirmó que alentará una mayor financiación del cine argentino, y dejó entrever que para ello propiciará un nuevo impuesto a las plataformas audiovisuales, un proyecto que se viene pidiendo desde hace años. El ministro presidió después una cena con empresarios, políticos, funcionarios y artistas en el Hermitage.

Este año el catálogo y hasta el cuadernillo de la programación cotidiana son puramente digitales, para no gastar en papel. El perjuicio de este ahorro se verá con el tiempo, ya que el material digital dura menos, y ya se ve ahora en el malhumor de los espectadores cuando intentan buscar títulos y horarios. En cuanto al material en exhibición, no hay mayores quejas, sino bastante buen nivel. Algunos títulos son de próximo estreno, como “Elena sabe”, también de Netflix, con sólida actuación de Mercedes Morán (el jueves 16) y la mexicana “No voy a pedirles que me crean”, con participación de Juan Minujín (el 22, estreno mundial por plataformas) y “El castillo”, agradable retrato de la señora que heredó las propiedades de su patrona y ahora debe mantenerlas (diciembre 7). Recién para marzo, en cambio, “El viento que arrasa”, de Paula Hernández, historia de un fanático pastor evangélico y su hija cansada de trajines y sermones, sobre novela de Selva Almada.

Renglón aparte para “Amor y cine”, de Victoria Carreras, sobre la trayectoria de su padre, el recordado Enrique Carreras, prolífico director de cine popular, teatro y espectáculos musicales, y su madre, Mercedes Carreras, actriz, musa, consejera y soporte de su marido. Película hecha con calidez, cariño y orgullo, acariciando la memoria emotiva del público, “Amor y cine” se ganó los aplausos más firmes y sonoros en lo que va del encuentro. Y otro para “GPNK- El camino del gas”, de Gianfranco Quattrini, documental sobre la construcción del gasoducto a lo largo de los años y el desierto. Hecho con ánimo creativo, más que institucional, se exhibió en única función, en una pequeña sala, pero cabe suponer que tendrá más difusión cuando acabe el Festival.