16 de agosto 2010 - 00:00

Nueva tecnología de fertilizantes desembarcó en Sudamérica

Una nueva tecnología en fertilizantes fosfatados, desarrollada y patentada por el área de Investigación y Desarrollo (I+D) del grupo Roullier, durante julio pasado comenzó a desembarcar en Sudamérica, con el nombre de Top-Phos.

Considerando la proximidad de la gran zafra de cultivos de verano en el hemisferio sur, principalmente de la soja, el grupo Roullier priorizó el Conosur para el comienzo del desarrollo comercial de esta nueva forma de fosfato en el mundo.

Desembarco

Con la presencia del investigador y director adjunto del equipo de I+D del Grupo Roullier y profesor de Química Agrícola en la Universidad de Navarra (Pamplona), José María García Mina, se realizó el desembarco del académico, quien expuso en diversas conferencias y charlas en Brasil, Uruguay y la Argentina.

Se trata de uno de los responsables y «descubridor» de esta tecnología que logró ser llevada a los procesos industriales de los fertilizantes fosfatados granulados, para dar un salto cuali y cuantitativo en lo que se refiere a la nutrición fosfatada para las plantas.

Por un lado, la nueva forma de fósforo del Top-Phos reduce drásticamente la retención de fósforo por el suelo, «mejorando su disponibilidad para las plantas y por otro lado agrega moléculas naturales con propiedades que mejoran la actividad y vida microbiana del suelo», explicó la empresa. Además acelera la descomposición de la materia orgánica, el aporte de nutrientes y el desarrollo de las raíces.

Ventajas

De particular importancia en nuestra región dada la habitual práctica agrícola de la siembra directa, estas ventajas también significan una clara mejora a nivel ecológico considerando la mejor utilización del fósforo y demás nutrientes a la mejora en la vida del suelo.

En las presentaciones llevadas a cabo en diversos estados y localidades de los tres países y frente a variado público, García Mina hizo especial hincapié en el hilo conductor que debió seguir la investigación del equipo de I+D durante años junto a un consorcio de universidades e instituciones de investigación europeas.

Ese seguimiento les permitió comprobar, desarrollar y validar esta tecnología junto a las publicaciones en revistas científicas de alto impacto y registros de patentes correspondientes.

El punto de partida fueron ciertos estudios científicos e hipótesis de base, cuestionados en el mundo científico, acerca de la interacción del fósforo y la materia orgánica en el suelo, propuestos por científicos alemanes (Gerke et al) en 1995.

La tesis necesitó ser comprobada y luego profundizada para finalmente ser desarrollada y validada en una tecnología de aplicación práctica que tuviera una clara ventaja para el productor agropecuario.

Dejá tu comentario