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Nuevas plantas biocombustibles
Carlos Torres, un contador público que trabaja en cultivos energéticos y «padre» del descubrimiento, destacó que el hallazgo de estos ejemplares «diseminados en forma nativa y coexistiendo con la flora autóctona, marcan la posibilidad cierta para el desarrollo de la especie Jatropha en Santiago del Estero». Así lo explicó Emilio López King, director de Nextfuel Argentina.
Torres, quien ya posee una vivero de Jatropha Curcas, actualmente explora el rendimiento de la especia Macrocarpa. «Esta variedad está siendo analizada y desarrollada en los viveros que se encuentran en la ciudad de La Banda, que si bien tolera las heladas, tiene un porcentaje inferior de rinde a las curcas», consignó López King al hablar de oleaginosas que pueden producir aceite para hacer biodiésel.
Un marco de plantación de 2000 plantas de Jatropha Macrocarpa, rinde y equivale a 1250 plantas de Jatropha Curcas.
A su vez, remarcó Torres, «la diferencia fundamental entre las Curcas y la Macrocarpa es la dehicencia (se abre y deja caer las semillas) de sus frutos ya que las Curcas son indehicentes mientras que las Macrocarpas son dehicentes, particularidad ésta que la asimila al tartago, ricino o castor.
Por lo tanto, en este último caso, la cosecha debe efectuarse cuando el fruto se encuentra en proceso de maduración.
De esa manera la maduración de sus frutos se logra fuera de la planta y las semillas son obtenidas por expulsión natural.
Actualmente en los viveros de Cultivos Energéticos SRL se pueden observar miles de plantines de ambas variedades de Jatropha, todos clonados y con las propiedades idénticas a los árboles madres de los cuales provino el material genético para su clonación.
La planta fabril que se instalará en Pozo Hondo (Santiago del Estero) para procesar semillas de Jatropha Macrocarpa marca un hito y un desafío zonal, según Torres.
«Previamente debe realizarse el desarrollo agronómico entre los cientos de productores para obtener las semillas que vayan a alimentar a la planta industrial», explicó López King.
En la actualidad no existe una producción diseñada y sustentable que vaya a dar continuidad a una elaboración en proceso de biodiésel.
«Como referencia se puede cuantificar que el contexto de plantación adecuado es de 2000 plantas por hectárea que puede dar entre 900 y 1.000 litros de óleo vegetal por hectárea», manifestó.
Una de las bondades principales de la planta es la resistencia a la sequía, «pudiendo sobrevivir y florecer con fructificación con un régimen de 300 a 400 milímetros de precipitaciones al año», destacó.
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