Sequía: Scioli mide daños y Nación promete ayuda

El gobernador Scioli y el ministro de Asuntos Agrarios, Emilio Monzó, se trasladaron en helicóptero a la cuenca del Salado. En General Belgrano, junto al intendente local, Hernán Cestona, observaron el lecho del río Salado cortado por primera vez en la historia.

A más de ocho meses de haberse desatado una de las peores sequías del siglo, los gobiernos provinciales reaccionan masivamente, mientras la Nación comienza ahora a dar algunas señales hacia el agro. Ayer rompió el silencio el secretario de Agricultura, Carlos Cheppi, quien aseguró que el Gobierno nacional está poniendo «todos los recursos», y comenzó a recibir a autoridades provinciales. Mientras tanto, en Buenos Aires, el gobernador Daniel Scioli dedicó el día para sobrevolar áreas dañadas por la falta de agua.
Habitualmente desplazado de la negociación con las entidades rurales, Cheppi levantó esta semana el perfil, como negociador de la tan esperada ayuda para productores afectados por la sequía. Ayer se bajó sobre la hora del helicóptero de Scioli, pero en los últimos dos días se hizo tiempo para recibir al gobernador de Chaco, Jorge Capitanich -quien ayer oficializó la emergencia agropecuaria provincial (ver aparte)-, a su par santiagueño Gerardo Zamora, y al ministro de la Producción de Santa Fe, Juan José Bertero.
La secretaría deberá definir con provincias y municipios la forma en que se asistirá a los productores afectados por la sequía, ya sea por declaración de emergencias o por envío de alimentos. «Estamos poniendo todos los recursos para salvar esta coyuntura», afirmó Cheppi, tras asegurar que hay productores «pequeños que están teniendo problemas y los estamos atendiendo». Luego de pedir paciencia al sector, insistió en que «no es cierto que nada pasa», y recordó que se dispusieron $ 230 millones «extra al presupuesto de la secretaría», para derivar en auxilios a las zonas más afectadas.
«Hay 18 expedientes con todas las emergencias -agropecuarias- declaradas», indicó. «Hay cosas que no se pueden hacer de un día para otro, más allá de que las necesidades están, y hay que evaluar los costos fiscales que incluyen estas medidas», afirmó el funcionario.
No pudo Cheppi finalmente evitar lanzar una crítica hacia el sector. «Tampoco demos la sensación de que el campo es un sector que está quebrado», ya que «hoy hay no menos de 7 u 8 millones de toneladas» de cereales sin vender, postuló.
En Buenos Aires, Scioli -que el miércoles declaró la emergencia agropecuaria en numerosos distritos provinciales- y el ministro de Asuntos Agrarios, Emilio Monzó, sobrevolaron la zona de la cuenca del río Salado, prometiendo ayuda a los productores perjudicados. «Más allá de rogar a Dios que llueva, vamos a ver de qué manera podemos ir apuntalando esta situación», dijo el mandatario.
Muy triste
«En el camino de La Plata hasta acá (en General Belgrano) vimos el panorama, el color de los pastos, todo esto es muy triste y vamos a ir viendo cada caso, priorizando y articulando cosas con el Gobierno nacional y provincial», afirmó Scioli, quien también recorrió las localidades de Ranchos y Chascomús.
«Lo que se puede hacer es asistir por los perjuicios. Tenemos la mesa agropecuaria provincial abierta para recibir inquietudes de los productores», dijo el gobernador, y recordó que la mesa agropecuaria la integran también la Agencia de Recaudación de Buenos Aires (ARBA) y el Banco Provincia.
La Comisión de Emergencia y/o Desastre Agropecuario Provincial (CEDABA) bonaerense ya resolvió declarar el «estado de emergencia y de desastre agropecuario», por seis meses, desde el 1 de enero a las zonas productivas de Magdalena y Punta Indio, Carmen de Areco, Chivilcoy, Suipacha, Laprida y General La Madrid. En «desastre agropecuario» se encuentran campos de los partidos de Coronel Rosales, Patagones, Villarino, Bahía Blanca, Puán, Tornquist, Saavedra, Adolfo Alsina, Coronel Dorrego, Guaminí, Coronel Suárez y Pringles.
En observación se encuentran General Paz, Chascomús, General Belgrano, Ayacucho, Tres Arroyos, Cañuelas, Necochea y Rauch, San Miguel del Monte y Adolfo Gonzáles Chaves.
La declaración de «emergencia» o «desastre» agropecuario es particular, es decir que afecta a cada productor dentro de un determinado departamento y no al distrito en general. En el caso de la «emergencia, el dueño del campo afectado puede postergar por 6 meses o un año el pago de impuestos. El «desastre» exime además del Inmobiliario Rural.