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Stella Benvenuto: el hilo que conduce a la luz
El hilo que Benvenuto invita a seguir no es el mismo de Teseo y Ariadna, aunque la búsqueda que propone la artista en su nueva exposición tiene también un riesgo estético: la combinación material de técnicas, con preponderancia del bordado. La muestra, curada por Ana María Battistozzi, se presenta como una gran instalación integrada por más de medio centenar de obras realizadas en variadas técnicas: lápiz, birome, lápices de colores, pastel y bordado a mano, sobre papel, lino y lienzo tramado.
"Todo comenzó en el año 2011 cuando hice una muestra grupal de dibujos de pequeño formato en la que participaban Schiavi, Bairon, Ezcurra y Gumier Maier", señala Benvenuto. "Se llamó 'Laminarias Rioplatensis'. Los míos eran dibujos que venía haciendo desde siempre, salían desde el inconsciente, principalmente cuando hablaba por teléfono: a mi lado había siempre lápiz y papel, tenían formas y colores, parecían un abanico de ideas impensadas, libres, que saltaban al papel como un juego".
La incorporación de esta técnica novedosa, el bordado, en el conjunto de su obra, es explicado de esta forma: "Cuando Susana Saravia vio esos dibujos exclamó maravillada: ¡Esto tiene que estar bordado, te salió del alma". Yo no tardé ni un instante. Fue como una revelación y un mandato, había que obedecer, compré hilos, agujas y pequeños retazos de tela. Empecé tomando clases con una eximia bordadora, y al cabo de cuatro clases ya sabía lo que quería. Así empezó todo, al principio tímidamente, pero poco a poco el trabajo cobró fuerza y ya no paré más. Cada día viendo más posibilidades, como en una sinfonía perfecta, un mundo maravilloso que me sana y me salva, un descanso, una meditación en medio del caos".
A diferencia de una gran parte del arte contemporáneo, Benvenuto opta por el lado luminoso de la existencia representada en vez de la crítica, la parodia o el pesimismo llano. "Eso no representa una voluntad de taparse los ojos, sino una exploración por una vertiente redentora, sí, sanadora".
La obra de Benvenuto, expuesta a lo largo de los años en numerosas muestras nacionales y del exterior, dio un giro en 2004, cuando comenzó a interesarse por otras áreas del arte además de la pintura: fotografía, escultura y diseño de objetos, y que la llevarían más tarde a experimentar en las técnicas simultáneas como un camino para proyectar, en el campo de lo material, la abstracción formal.
A partir de este momento su producción se articuló en series que compartían elementos constitutivos, siempre vinculados a la naturaleza. "La naturaleza", dice "fue para mí siempre la fuente predominante de mis trabajos. La naturaleza nunca miente, se muestra tal como es."
En fotografía, formada con Alejandro Calderone, incursionó repetidas veces en la técnica de backlight, reafirmando la imagen con tecnología. Según la curadora de la muestra, su arte "es una rebelión, a pura puntada subversiva, ante la tradición racional de las vanguardias concretas".
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