Los subsidios energéticos serán reducidos a un tercio, un recorte del 0,7% del PBI, equivalente a unos u$s 2.500 millones durante el 2024 y buscarán eliminarlos en los próximos 3 años.
Quitarán un tercio de los subsidios y cambiarán el criterio, pero advierten por tres limitantes
Los subsidios energéticos dejarán de ser a la oferta y pasarán a la demanda. Buscarán eliminarlos en tres años. Las dudas normativas, el impacto social y sobre la inflación.
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Así lo anticipó el ministro de Economía, Luis Caputo, en una entrevista televisiva, al tiempo que informó que habrá un cambio de enfoque en los subsidios, que dejarán de ser a la oferta, esto es, a la generación energética, y pasarán a ser a la demanda, es decir, los usuarios. De todos modos, faltan detalles fundamentales, según anticiparon en el sector.
Para Juan José Carbajales, ex subsecretario de Hidrocarburos, el DNU que declara la emergencia energética publicado este lunes en el Boletín Oficial establece el inicio de la revisión tarifaria integral, con nuevos cuadros tarifarios para fines del 2024, pero deja dos preguntas fundamentales sobre la segmentación. “¿Habrá un único subsidio de un bloque para energía eléctrica en hogares vulnerables del segmento N2? ¿Habrá tarifa plena de energía eléctrica y gas natural para los hogares medios del segmento N3?”, se preguntó en su último informe el titular de la consultora Paspartú.
Los detalles que brindó Caputo fueron que para el 2024 el recorte de subsidios será de 0,7 puntos del PBI, de los cuales 0,5 corresponde a energía y el resto a transporte, por lo cual implicará un ahorro para el Estado de u$s 2.500 millones y adicionalmente u$s1.000 millones en transporte. Dado que informó que actualmente los subsidios son de 2 puntos del producto, anticipó que la corrección será “gradual, a razón de aproximadamente, un tercio por año”, hasta diciembre del 2026.
El "cambio de enfoque" anunciado apunta a dejar de concentrar los subsidios en las empresas prestadoras de los servicios y dárselos a los usuarios, a los efectos de poder diferenciarlos según su capacidad económica.
Limitantes a la quita de subsidios
Julián Rojo, economista del IAE Mosconi e investigador del IIEP-UBA, agregó que existen limitantes muy marcados a la hora de reacomodar los precios energéticos. Actualmente, 7 de cada 10 usuarios residenciales pagan, en promedio a noviembre, “solo el 16% de lo que cuesta la energía, mientras el restante 84% lo aportó todos los meses el Estado”, aseguró.
En este sentido, el primer limitante para Rojo es la fragilidad de la situación socioeconómica: “Con más del 45% de los hogares por debajo de la línea de pobreza, es realmente muy difícil la eliminación de subsidios a este segmento y a su vecino cercano, es decir, a aquellos que por muy poco no se incluyen en esta condición de vulnerabilidad”.
El segundo limitante es macroeconómico por el impacto en precios. “La historia también nos indica que no es una buena idea hacer una devaluación al mismo tiempo que se aumentan tarifas, y mucho menos aún si se anclan los salarios, porque su impacto en la tasa de inflación se potencia. Esto sugiere que debe existir necesariamente un mecanismo de relojería para la coordinación entre energía y economía en el contexto de un plan de estabilización”, explicó Rojo. En ese sentido, agregó que en un proceso de apreciación cambiaria puede darse una presión para una nueva devaluación, lo cual implica mayores costos energéticos, y por ende mayores subsidios, y “los esfuerzos se habrán diluido”.
El tercero, agregó Rojo, es normativo: “Existe una institucionalidad muy débil en el sector energético a la vez que hay jurisprudencia sobre los aumentos tarifarios que dejan muy en claro que hay decisiones difíciles de tomar. Esto es importante para intentar resolver el atraso en las tarifas porque los usuarios de ingresos medios e ingresos bajos (N3 y N2) pagan solo el 18% y 15% de la energía respectivamente y, al mes de febrero de 2024, deberían multiplicar por 6 y por 8 el concepto que pagan solo por el componente energía para eliminar subsidios”.
La lupa en la clase media
Sin detalles sobre cómo será la quita de subsidios y el futuro de la segmentación, todos los ojos están puestos en los llamados N3, el segmento de clases medias que sigue recibiendo subsidios, y solo paga el 18% de lo que cuesta la generación.
Allí Rojo pone la lupa: “Existe una situación particular que se da en los usuarios de ingresos medios. En el extremo inferior comparten nivel de ingresos con los usuarios de ingresos bajos, pero en el extremo superior comparten nivel de ingresos con los hogares más pudientes. Esto es relevante porque, en un proceso de transición de la actual segmentación hacia a un criterio regulatorio racional de subsidio focalizado, no importa tanto el nivel patrimonial de los hogares, que es una de las variables de decisión para asignar segmentos, sino el nivel de ingresos. Esto sugiere que hay una porción de usuarios de ingresos medios que se encuentra dentro del 15%-20% de la población más pudiente del país y está pagando solo el 18% de lo que cuesta la energía. En el otro extremo, este segmento tiene incorporado hogares con características similares a las de ingresos bajos. Es decir, es preciso tener un tratamiento más riguroso al intentar resolver el atraso tarifario para estos usuarios”, detalló.
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