22 de septiembre 2025 - 10:02

Suba del dólar y atraso en combustibles: ¿cuánto deberían aumentar los precios en el surtidor?

La suba de precios en los combustibles “es inevitable”, aunque su ejecución dependerá del momento político y económico.

En las estaciones de servicio están en alerta por dos motivos: si no actualizan precios atrasados temen desabastecimiento, y si los suben temen una escalada inflacionaria.

En las estaciones de servicio están en alerta por dos motivos: si no actualizan precios atrasados temen desabastecimiento, y si los suben temen una escalada inflacionaria.

Agencia Noticias Argentinas

El alza del dólar por encima de los $1.500 en los últimos días tensionó nuevamente los precios de los combustibles. Hasta ahora, ese aumento cambiario no se trasladó por completo al valor que pagan los automovilistas en las estaciones de servicio. Según fuentes vinculadas al sector, ese desfase se ubica hoy en más del 15%. Si a ese porcetaje se aplica los impuestos postergados, las naftas y gasoil debería subir alrededor de 25%. Alerta por temor a desabastecimiento o a una escalada inflacionaria.

Desde la consultora Macroview, Facundo Martínez señaló a Surtidores que, pese a que los dólares oficial y paralelo saltaron por fuera del techo de la la banda, las naftas y gasoil tienen un retraso acumulado entre lo que deberían reflejar los costos cambiarios y lo que efectivamente se cobra.

La suba de precios en los combustibles, por lo tanto, “es inevitable”, aunque su ejecución dependerá del momento político y económico, anticipó Martínez al portal de noticias sectorial. “La actualización de precios será inevitable, pero su timing político y económico definirá cómo será recibida por el mercado y la opinión pública", consideró, y agregó: "El precio de los combustibles tiene que reflejar la realidad económica y no hay fórmula mágica para detenerlo. El dólar no bajará y a nivel internacional no se espera un derrumbe del petróleo que pueda aliviar la situación. El ajuste en el surtidor es cuestión de tiempo, y todas las partes del sector deberán asumirlo como un hecho concreto”.

Vale señalar que al 15% de atraso le falta contabilizar la postergación de entrada en vigencia de los impuestos a los combustibles que se vienen aplicando lentamente, mes a mes, lo que elevaría el atraso en los precios de los combustibles por encima del 25%.

Lo cierto es que la petrolera de bandera no estaría a dispuesta a ajustar automáticamente todo el desafaje a través del micropricing porque generaría un impacto inflacionario de alta magnitud a poco más de 40 días de las elecciones legislativas.

Cuál fue el último aumento de impuestos a los combustibles

Mediante el Decreto 617/2025, publicado en el Boletín Oficial el 29 de agosto pasado, se fijaron aumentos imponibles entre el 1° y el 30 de septiembre. Además, se dispuso que el impuesto sobre los combustibles líquidos aplicados a la nafta sin plomo y la nafta virgen sea de $10,523.

En el caso de los valores que afectarán al gasoil, se anunció que serán $8,577 correspondientes al incremento por monto fijo actualizado y que se sumarán otros $4,644 de la suba por monto fijo actualizado del gravamen-tratamiento diferencial.

A la vez, se estableció que el impuesto al dióxido de carbono sea actualizado a $0,645 por sobre la nafta sin plomo y virgen. Respecto a los costos que se aplicarán al gasoil, este será de $0,978. Al igual que en el período anterior, la normativa dispuso que los aumentos sean incluidos de manera parcial.

En sus considerandos, la norma recuerda que el esquema de actualización de los impuestos a los combustibles se había visto postergado en distintas oportunidades y que la medida apunta a “recomponer progresivamente la recaudación tributaria sin descuidar el impacto en la actividad económica”.

Biocombustibles: Gobierno subió el precio del biodiésel para mezcla con gasoil

El Ministerio de Economía fijó en $1.436.861 por tonelada el nuevo precio mínimo del biodiésel destinado al corte obligatorio con gasoil, según la Resolución 377/2025 publicada este lunes 22 de septiembre en el Boletín Oficial.

La medida llega en un contexto complejo: muchas plantas pymes del sector permanecen paralizadas porque el valor que perciben no cubre sus costos reales, debido a que los valores fijados por el Estado no acompañan la devaluación ni los precios de los insumos dolarizados.

Según las pymes, el atraso regulatorio en los biocombustibles también presiona sobre el mercado del gasoil y genera riesgo de desabastecimiento si la producción local no logra sostenerse.

Además, este atraso tiene efectos en la cadena: si la producción de biocombustibles decae o se paraliza, puede haber riesgos de desabastecimiento de combustible (sobre todo gasoil) interno.

¿Qué pasa si el Gobierno trasladara al surtidor los impuestos atrasados?

Por otro lado, los tributos vinculados a las naftas y gasoil como el Impuesto a los Combustibles Líquidos y el Impuesto al Dióxido de Carbono no se han actualizado al ritmo que demandan los demás componentes de costo, sobre todo el dólar. Se habla de un atraso de casi 60% para aplicar.

Si finalmente el Gobierno decide trasladar ese atraso impositivo a los precios de los combustibles -es decir, actualizar los impuestos que hoy están congelados o parcialmente desfasados- lo que podría pasar incluye:

  • Un salto en los precios al consumidor: El litro de nafta o gasoil subiría de una vez (o en fases cortas) para reflejar los impuestos no cobrados o subvaluados. Dado que ese componente ya está atrasado, la corrección puede implicar porcentajes significativos.

  • Mayor presión inflacionaria: Como el combustible incide en los costos de transporte, de logística, insumos agrícolas, etc., su aumento repercute en muchos otros precios. Eso puede alimentar expectativas inflacionarias, lo que obliga al Gobierno a calibrar muy bien el momento.

  • Reacción política y social intensa: Dado que los combustibles son bienes de consumo esenciales, cualquier suba es muy visible. Si se hace antes de elecciones, podría tener costos políticos. Es probable que se difiera el traslado impositivo hasta después de eventos electorales clave, como advierte Facundo Martínez.

  • Mejora de la sustentabilidad para las empresas del sector: Para productores de biocombustibles, refinadores, estaciones de servicio, la actualización de impuestos ayudaría a aliviar pérdidas, mejorar márgenes, evitar ceses de actividad o parálisis de plantas.

  • Riesgos de desabastecimiento si el ajuste se hace mal: Si el traslado impositivo se aplica de golpe, sin medidas complementarias, podría generar tensiones logísticas, protestas del sector o escasez temporal en ciertas zonas, mientras los actores del mercado se ajustan.

  • Impacto ajustado si se hace por etapas: Una estrategia posible es escalonar ese traslado en cuotas o fases, para mitigar el impacto abrupto en los bolsillos de la gente y en los precios de la economía real.

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