Desde Abu Dabi, el corazón energético de Medio Oriente, la exposición y conferencia ADIPEC 2025 volvió a reunir a los principales referentes de la industria mundial del petróleo, el gas y las tecnologías de transición. Más de 160 países participaron del encuentro, que este año giró en torno a un eje común: cómo abastecer un planeta que exige más energía, pero menos emisiones.
Vaca Muerta, IA y energía nuclear: tres advertencias globales desde Abu Dabi para el futuro energético
En ADIPEC 2025, especialistas internacionales analizaron los desafíos que marcarán la próxima década: la volatilidad del petróleo, el impacto de la IA en la demanda energética y el rol estratégico de la energía nuclear.
-
YPF sumó al gigante ADNOC de Emiratos Árabes al proyecto Argentina GNL
-
Energía fijó nuevos precios estacionales y actualizó el valor del recargo para el Fondo Nacional de la Energía Eléctrica
ADIPEC 2025 de Abu Dabi. La opinión del futuro de la energía de Tala Goudarzi, Robert McNally y Sama Bilbao y León.
Durante cuatro días, líderes de empresas y gobiernos -incluidos representantes de Aramco, ADNOC, ExxonMobil, TotalEnergies, la Agencia Internacional de Energía y hasta Horacio Marín de YPF- debatieron sobre los riesgos de un mercado petrolero en transición, la aceleración de la demanda por la Inteligencia Artificial (IA), el GNL y el papel crucial que asumirá la energía nuclear en el nuevo equilibrio global.
En ese marco, tres especialistas internacionales compartieron con Energy Report su mirada sobre los desafíos que enfrenta el sector energético y, en particular, la posición de Argentina ante el nuevo ciclo global del petróleo, el gas y la electricidad.
Robert McNally: “Lo de Argentina (Vaca Muerta) es asombroso, pero enfrenta vulnerabilidades similares al esquisto de EEUU”
Para Robert “Bob” McNally, fundador y presidente de Rapidan Energy Group y ex asesor energético de la Casa Blanca durante la presidencia de George W. Bush, el caso argentino es “tan prometedor como frágil”.
“Ha sido asombroso cómo Argentina surgió de la nada y se convirtió en un productor de esquisto de rápido crecimiento. Vaca Muerta ha aumentado su producción en un 50% en los últimos años, alcanzando casi 800.000 barriles diarios, lo que es impresionante”, destacó McNally.
El analista -autor del premiado libro Crude Volatility: The History and the Future of Boom-Bust Oil Prices- advirtió, sin embargo, que el país enfrenta desafíos estructurales similares a los de los productores de shale estadounidenses: “Las tasas de declive en Argentina son muy altas, entre 50% y 70% en algunos casos. Si los precios del petróleo caen por debajo del punto de equilibrio, la producción puede derrumbarse rápidamente, como sucedió en EEUU durante la pandemia, cuando el crudo cayó de 60 a 20 dólares y se perdieron más de dos millones de barriles diarios en dos meses”.
McNally subrayó que los próximos años podrían ser complejos para los productores emergentes: “La mayoría de los analistas vemos un superávit en el mercado petrolero para 2025–2026. Es vital que la OPEP+ mantenga la disciplina en los recortes de producción para evitar un nuevo colapso de precios, porque los países con esquisto -como Argentina- serían los más afectados. Si el barril baja de 50 a 40 dólares, hablamos de un golpe directo a la rentabilidad del no convencional (Vaca Muerta)”.
Para el experto, Argentina deberá combinar estabilidad macroeconómica, política energética de largo plazo y una estrategia de inversión que priorice productividad y costos bajos: “Vaca Muerta es un logro notable, pero requiere disciplina de precios y previsibilidad para sostenerse en el tiempo”, concluyó.
Tala Goudarzi: “La IA impulsará un aumento del 20% en la demanda global de energía hacia 2030”
Tala Goudarzi posee una licenciatura de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill y un MBA de la Universidad de Texas en Austin. A lo largo de su carrera aportó una vasta experiencia en política energética, comunicación estratégica y relaciones con las partes interesadas tanto del sector público como del privado.
La estadounidense Tala Goudarzi, socia de The Torridon Group y ex subsecretaria adjunta de la Oficina de Energía Fósil del Departamento de Energía de EEUU, centró su intervención en un fenómeno que ya preocupa a toda la industria: el impacto energético de la Inteligencia Artificial.
“Un tema recurrente en ADIPEC es que tenemos que ser realistas con lo que está ocurriendo ahora mismo. A medida que aumenta la población, mejora la economía y se acelera el uso de IA, debemos ser capaces de soportar esa demanda creciente. La industria del petróleo y el gas está preparada para ese desafío”, explicó Goudarzi en sus redes, y luego para Energy Report.
Según la especialista, el crecimiento de la IA absorberá prácticamente toda la energía adicional que el mundo logre generar: “La IA consumirá toda la energía extra que se produzca. Lo vamos a necesitar todo, especialmente la generación de base lenta, que es la que puede alimentar de forma estable esta nueva demanda”.
Goudarzi advirtió que “para 2030, la IA podría aumentar la demanda mundial de electricidad en un 20%, una cifra enorme si se compara con el 2% de crecimiento acumulado que tuvo EE.UU. en las últimas dos décadas”. Y agregó una comparación elocuente: “Hoy el consumo energético de la IA equivale al de un pequeño país europeo, y el 80% de esa energía todavía proviene de combustibles fósiles”.
Frente a ese escenario, llamó a equilibrar las políticas climáticas con los principios de seguridad y asequibilidad: “No se trata de retroceder en la transición energética, sino de reconocer que la fiabilidad y la resiliencia también son sostenibilidad”, concluyó.
Sama Bilbao y León: “La energía nuclear será indispensable para un futuro eléctrico y digital”
La española Sama Bilbao y León se convirtió en directora general de la Asociación Nuclear Mundial en octubre de 2020. Entre junio de 2018 y octubre de 2020, dirigió la División de Desarrollo de Tecnología Nuclear y Economía de la Agencia de Energía Nuclear (AEN) de la OCDE.
Desde la perspectiva tecnológica y ambiental, Sama Bilbao y León, directora general de la Asociación Nuclear Mundial y ex funcionaria de la Agencia de Energía Nuclear de la OCDE, fue categórica: “La energía nuclear es única porque puede ofrecer electricidad limpia, constante y segura, independientemente del clima o la ubicación”.
Bilbao y León explicó que el auge de la IA, la electrificación industrial y el crecimiento urbano global harán que la energía nuclear tenga un papel cada vez más central: “Ya vemos acuerdos entre empresas tecnológicas y el sector nuclear para alimentar centros de datos, industrias petroquímicas, siderúrgicas y proyectos de desalinización”.
Sobre el futuro de los pequeños reactores modulares (SMR), la experta señaló que “complementarán a los grandes reactores y serán clave para triplicar la capacidad nuclear mundial hacia 2050”. Actualmente, la energía nuclear genera el 9% de la electricidad global, pero representa una cuarta parte de toda la energía limpia, y es la principal fuente de electricidad sin emisiones en los países de la OCDE.
En relación con América Latina, destacó el papel de Argentina, Brasil y México: “Ambos países sudamericanos poseen industrias nucleares prácticamente autosuficientes. Argentina importa servicios de enriquecimiento, pero mantiene plena capacidad tecnológica. Brasil, en tanto, gestiona todo el ciclo del combustible y está retomando el proyecto Angra 3 con apoyo del BNDES. La región tiene potencial para usar la energía nuclear como complemento de los combustibles fósiles y las renovables”.
Un mundo que demanda más energía (y certezas)
ADIPEC 2025 dejó un mensaje claro: el futuro energético no será solo una cuestión de tecnología, sino de coherencia entre precios, política y sostenibilidad. Vaca Muerta encarna la promesa de un nuevo actor global del petróleo, pero su éxito dependerá de la estabilidad del mercado.
La Inteligencia Artificial, mientras tanto, acelerará la demanda de energía como nunca antes, presionando sistemas eléctricos y redes. Y la energía nuclear -en sus versiones tradicionales y modulares- aparece como una pieza esencial para sostener el equilibrio energético del siglo XXI.
Tres voces, tres advertencias desde Abu Dabi: el mundo necesita más energía, pero sobre todo, necesita planificarla con inteligencia, diversidad y visión de largo plazo.






Dejá tu comentario