2 de agosto 2024 - 13:51

Carla Pantanali: la música para conectar con lo natural

La compositora, cantante, guitarrista y actriz presentará mañana, en Pista Urbana, y el sábado 24, en el Museo de Arte Contemporáneo, su disco "La citadina"

Carla Pantanali hará dos presentaciones este mes de su disco La citadina

Carla Pantanali hará dos presentaciones este mes de su disco "La citadina"

“Este disco que presento, ‘La citadina’, tiene que ver con algo muy personal. Nació por una fuerza de inspiración en la naturaleza, en aquello que excede a la ciudad”, dice Carla Pantanali a este diario. “Uno ve el atardecer, una bandada de pájaros que pasa; seguramente debajo la avenida está atascada, pero por sobre ella pasan los pájaros. Yo me siento llamada por esa naturaleza, pero siempre dentro de lo urbano. Decir la ‘citadina’ es subrayar ese contraste. Una mujer en la ciudad que se conecta con lo natural que hay en ella.”

Pantanali, compositora, cantante, guitarrista, actriz, docente de teatro, ha instalado su figura insoslayable en la escena nacional, tanto la musical como la dramática. Nieta de dos figuras ilustres de nuestro espectáculo, Luis Sandrini y Malvina Pastorino, su nombre tiene desde hace tiempo peso propio, más allá del orgullo que le despiertan sus abuelos y su madre, Sandra Sandrini. Entre sus más recientes actuaciones en teatro se cuenta su aplaudido papel de Porcia en “Brutus”, en al Teatro Payró.

Durante agosto, Pantanali presentará en vivo su primer CD, con el agregado de algunos temas nuevos, en dos oportunidades: mañana sábado 3 a las 17 en Pista Urbana (Chacabuco 874, San Telmo) con Jerónimo Guiraud en guitarras, Nico Fernández en contrabajo, Pablo Grinjot en piano y Miguel Vilca en charango, y el sábado 24 a las 19.30 en el Museo de Arte Contemporáneo (Av. San Juan 328), con Juan Kiss como músico invitado en clarinete.

En nuestra conversación, comenzamos por la elección de la palabra que define al disco.

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Carla Pantanali, una cantante que busca la conexión con la naturaleza desde el interior mismo de la ciudad

Carla Pantanali, una cantante que busca la conexión con la naturaleza desde el interior mismo de la ciudad

Periodista: No es la ciudadana sino la citadina. Por supuesto, decir ‘ciudadana’ remite más a lo cívico, casi en un sentido romano (como en los tiempos de Porcia y Brutus). Pero también existe ‘urbana’. ¿Tiene algo que ver la elección de una palabra que coincide con la italiana con sus ascendientes genoveses?

Carla Pantanali: No, en verdad es un concepto que marca una diferencia, también la expresión de un anhelo, el de conectar con ritmos más lentos. “Puedo escuchar lo que viene de lejos abriendo los ojos de adentro”, dice mi canción. Está apuntando en todo momento a conectar.

P.: Es el espíritu de una canción pero define todo el disco.

C. P.: Exactamente. A eso llegué luego de decidirme a integrar el repertorio. Algunas de esas canciones tienen muchos años, y me di cuenta de que todas estaban compuestas por mí desde un lugar que tiene que ver con conectarme con la vida desde un lugar distinto, genuino, conectada al cuerpo y a la naturaleza que yo misma soy. Hay, por ejemplo, una canción dedicada al nacimiento de mi segunda hija, que decidí hacerlo con un parto natural en el agua, y acudir al saber ancestral que tiene mi cuerpo. Sobre mi primera hija hay otra canción que se llama "Inventar un mundo". La citadina cría hijas para que amen la tierra, para que saluden al sol y se conecten con lo que habitualmente no se percibe en lo urbano. Y no es que lo hice adrede. Pasaron los años, y cuando reuní el manojo de canciones que componen el disco me sorprendió que todas hablaran un poco de lo mismo.

P.: Mirar hacia fuera de la ciudad pero sin escaparle.

C. P.: Tal cual. Puedo levantar los ojos y advertir que ese atardecer que estoy mirando es único, que nunca hubo ni habrá otro igual.

P.: No es un rechazo del ruido urbano, a la manera de Fray Luis (“Qué descansada vida la del que huye del mundanal ruido”), sino una modificación de la mirada.

C. P.: Así es. Hasta la tapa del CD refleja eso. Se me ve de pie en la cúpula de la iglesia Santa Rosa de Lima, en Montserrat, a 65 metros de altura (me sacaron una foto con un dron). Allí estoy mirando el atardecer de ese día, y la ciudad rodeándome. Esa imagen sintetiza lo que estamos hablando: estoy en la ciudad, pero mirando todo aquello que es más grande que la ciudad, que la excede, que tiene otro tiempo, otro pulso, otro ritmo, pero siempre con los pies puestos sobre el asfalto.

C. P.: ¿A lo largo de cuánto tiempo se fue formando el disco?

P.: La canción más vieja tendrá unos diez años, y desde entonces fui componiendo el resto hasta formar una unidad. También hay un cover; son siete temas míos y un cover de Charly García, “No soy un extraño”.

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La actriz en su reciente interpretación de Porcia en el Teatro Payrò.

La actriz en su reciente interpretación de Porcia en el Teatro Payrò.

P.: Sé que la pandemia también influyó en la decisión de publicar el disco.

C. P.: Sí, durante ese tiempo se integraron mis distintas facetas artísticas y sentí que tenía que darles una salida conjunta. Yo tuve covid19, y fue entonces cuando decidí sacar mi disco. Yo me había formado como música y trabajaba como actriz. Y en ese momento integré todo: hoy me siento plena como artista, y esa decisión la tomé teniendo covid.

P.: ¿En la continuidad como compositora continúa esta misma línea?

C. P.: Sí, es inevitable. Aunque ya no hablando específicamente de la naturaleza sino de una forma profunda de percibir lo que es la vida, el milagro en el que estamos inmersos, y para pensar en esto hay que detenerse y observar: las cosas que yo puedo nombrar están en todos lados, pero mis canciones lo hacen de otra forma no convencional. Hay algo filosófico. También tiene que ver con el agradecimiento, la valoración. A eso me llevan mis nuevas canciones.

P.: A propósito de filosofía, alguna vez mencionó el panteísmo.

C. P.: Sí, considero la naturaleza una expresión de Dios

P.: Paradójicamente, el filósofo por excelencia del panteísmo, Baruch de Spinoza, uno de los favoritos de Borges, era ateo. Y justamente por eso se lo acusaba de no creer en un Dios personal, sino que sólo se manifiesta en los elementos de la naturaleza. Es afirmar al mismo tiempo que se niega a Dios.

C. P.: (sonríe) No es mi caso. Por el contrario, si algo me pasó de grande es que empecé a creer en Dios. Toda esa naturaleza con la que busco conectarme es, para mì, una manifestación de su existencia.

P.: ¿Estilísticamente cómo se definen sus temas?

C. P.: Es una canción urbana que mixtura distintos géneros: hay canciones de rock que tienen un aroma a zamba; por momentos aparece la matriz del candombe. También hay un aire a jazz en otra canción. Es la condición de la canción urbana: estamos atravesados por muchos géneros que nos formaron a quienes nacimos en las grandes ciudades.

P.: ¿Y el folklore?

C. P.: El folklore me ha enriquecido muchísimo. No de muy chica, sino que fui algo que adquirí. De chica escuchaba música clásica, los Beatles, después los popes del rock como Spinetta o Charly, pero más tarde, ya estudiando música, me acerqué al folklore, primero a través del Cuchi Leguizamón, las zambas del norte, la canción cuyana, la tonada, Corrientes y su chamamé. Eso aparece en La Citadina, no como un chamamé, porque yo no puedo hacerlo porque no soy de ahí, pero tomo la célula rítmica como compositora rioplatense.

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