Cuando el dolor se transforma en teatro

Cecilia "Caramelito" Carrizo escribió y protagoniza "Sólo quería decírtelo", unipersonal dedicado a su hermano Martin Carrizo, recordado músico que murió hace dos años víctima del ELA.

Cecilia Carrizo en el unipersonal que se presenta los jueves en El Picadero. 

“Siendo adultos, a él le tocó cargar con esta enfermedad y yo quise estar a su lado en todo momento, como cuando se daba vuelta en la bici y siempre me encontraba ahí”, dice Cecilia Carrizo, quien escribió y protagoniza “Solo te lo quería decir”, unipersonal dedicado a su hermano Martin Carrizo, quien murió hace dos años víctima del ELA.

Se presenta los jueves en el Teatro Picadero, con diseño sonoro y música incidental de Gonzalo Córdoba, escenografía de Cecilia Zuvialde, iluminación de Facundo David y vestuario de Violeta Kandel

. Conversamos con Carrizo.

Periodista: ¿Cómo surgió la necesidad de transformar el dolor en obra? ¿Es un biodrama?

Cecilia Carrizo: Es una obra autobiográfica que relata la crónica de mi vida, incluye poemas dedicados a mi hermano Martín, y canciones que fueron parte de nuestro camino compartido. De Sui Géneris, Los abuelos de la nada, Charly y algunas compuestas por nosotros. Todo lo que viví a su lado desde que nací, se lo cuento a él en una carta. Hace 30 años que escribo y me subo al escenario, a representar canciones, obras de teatro, esta vez me subo a contar el gran ejemplo que fue Martín para mi.

P.: ¿Cómo es esa historia de enfermedad y resiliencia?

C.C.: Martín afrontó una enfermedad que lo expuso a situaciones extremas, sin embargo su dignidad, sus valores e inspiración para encarar la vida, trascendieron los límites que la enfermedad imponía. Eso cuento también.

P.: Hay un interrogante sobre si sos asesina o aliada para llevarlo hacia donde él quiso. ¿Cómo es eso?

C.C.: Hay palabras y expresiones que forman parte de los poemas, no quisiera sacarlos de ese contexto para explicarlas. Me gustaría que vengan a ver la obra, la interpreten y completen.

P.: ¿Cómo se transformó esa relación de hermanos que fue desde Rocky a Heidi, a la adolescencia y luego el transcurrir en el mundo adulto?

C.C.: Martín y yo jugábamos mucho, andábamos en bici, escuchábamos música, me enseñó a jugar al fútbol, todo lo hacíamos juntos. En un momento de la vida, siendo jóvenes, nuestros caminos se juntaron, trabajamos en la música de cinco discos. Nuestra relación era muy estrecha y hermosa.

P.: ¿Qué balance hacés de tu carrera, desde Caramelito con Nico Repetto a hoy?

C.C.: Estoy muy agradecida por todo lo que viví en lo artístico y laboral. Lo más lindo es el vínculo que se estableció con quienes me acompañan hace tantos años y hoy lo siguen haciendo.

P.: ¿Cómo es estar sola sobre el escenario? ¿Abismo, soledad, completud?

C.C.: Adrenalina siempre. Ese vínculo con quien está acompañándome desde la platea hace que no me sienta en soledad o en un abismo.

P.: ¿Cómo es hacer teatro hoy? ¿Cómo ves la cultura?

C.C.: El teatro está atravesando una situación muy compleja, como tantos otros ámbitos. Una dura realidad económica, política y social. La escena y la cultura la conformamos quienes con seriedad y vocación lo damos todo para sostenernos a pesar de las circunstancias. En esta, que a veces cuesta tanto seguir, apelo a quienes puedan valorarlo, sin banalizar nuestro trabajo.