21 de julio 2024 - 14:35

"El Encargado": de pícaro y tramposo a genio del mal

La tercera temporada de la serie de Cohn y Duprat, con Guillermo Francella, ya excede largamente el límite la lo verosímil (aún dentro de la comedia), para convertirse casi en un argumento de comic.

Guillermo Francella como el encargado Eliseo Basurto, en la miniserie de Disney/Star.

Guillermo Francella como el encargado "Eliseo Basurto, en la miniserie de Disney/Star.

Si “El Encargado”, la serie de Mariano Cohn y Gastón Duprat, se hubiera iniciado por esta tercera temporada, que puede verse desde el pasado viernes, en lugar de la primera, seguramente no habría provocado las mismas protestas de Suterh, el sindicato de los trabajadores de ese oficio, si no que casi con seguridad se habrían reído de la misma forma con que lo hace su vasta audiencia.

El personaje de Eliseo Basurto (el apellido, un homenaje a los hermanos humoristas de los 60, hoy ya olvidados) ha pasado de ser un simple tramposo y ventajero a convertirse en una especie de Genio del Mal de Marvel o de la DC Comics, que ahora sigue montando su propio imperio de iniquidad desde el suntuoso departamento que heredó de su vecina Beba (la nonagenaria Pochi Ducasse, quien en sus reapariciones fantasmales ahora habla con un léxico casi cloacal).

Como se sabe, el naturalismo no provoca en el espectador las mismas reacciones que lo fantástico, y eso es lo que ocurre con esta tercera temporada de la serie. Guillermo Francella, indudablemente, es un actor excepcional, de inmediata llegada al espectador, pero aquí tiene que llevar adelante (ya se insinuaba en la segunda temporada) una maldad de comic que supera los límites de lo verosímil.

"El Encargado": cambios en la nueva temporada

De esta nueva entrega, que ahora Star/Disney no subió completa sino que dosificará semanalmente, lo que impide el “maratoneo” y obliga al público a seguir pendiente de ella hasta su conclusión, se han visto sólo dos capítulos, pero suficientes para darse una idea de su continuidad. Quizás, el “algoritmo”, el “arco de personaje” y todas esas estrategias que desconocían los guionistas de antaño, hayan exigido una evolución de este estilo, pero lo cierto es que ahora ya vemos a Eliseo como un Lex Luthor porteño y no como un pícaro.

Lo mismo cabría preguntarse por la necesidad de la continuidad de este éxito, que ya en su primera parte cerraba a la perfección. Sería lo mismo que continuar "Nada", la serie redonda con Luis Brandoni y Robert De Niro, que tenía un final impecable y no admitiría una continuación satisfactoria. En definitiva, el algoritmo manda.

El encargado

"El Encargado": lo que se sabe de la tercera temporada

La tercera temporada se inicia con una convención VIP de encargados latinoamericanos en Río de Janeiro, como si se tratara de un congreso de CEOs, donde todos se hospedan en hoteles cinco estrellas con vista al mar, disfrutan de la playa, y desgranan lugares comunes —salvo Eliseo, naturalmente— durante el transcurso de ese simposio. Una escena muy breve que, sin embargo, no ahorró en traslados y gastos de producción.

De inmediato, Eliseo comienza a urdir su nueva estrategia para tomar el control no ya del edificio sino de todo el barrio y, presumiblemente, en poco tiempo más también de la ciudad entera (como el Joker con Ciudad Gótica). Monta una lujosa empresa de servicios de management, la SIB (Soluciones Integrales Basurto), cuyo fin es ir forzando la renuncia del resto de sus colegas, para reclutarlos a su servicio, pero ya no en relación de dependencia (eso “significa ser sumiso”, les dice), sino turbiamente contratados para que trabajen a destajo para él. “Emprendedores” que, se presume, también terminarán estafados.

Con esta caracterización, por lo menos hasta el momento, la simpatía que produce su personaje se mantiene, pero existe el riesgo de que en algún momento ese lazo se rompa, porque una cosa es el caradura simpático y otro el cretino despiadado que juega con un valor tan escaso hoy como es el trabajo. Pero, en fin, tal vez eso sea hilar demasiado fino, y esto no es otra cosa que una comedia. Una comedia sobre un tema complicado en tiempos mucho más complicados, claro.

El vocabulario, como se dijo en el caso de Ducasse, en alguna otra época habría hecho sonrojar a un compadrito (y quizás aún hoy haya algunos padres que no se sientan demasiado cómodos si ven la serie junto a sus hijas menores, por ejemplo), pero, eso sí, hay una palabra que no se pronuncia ni siquiera desde el título.

Eso recuerda una anécdota de Borges: una vez, en un programa de televisión en los 70, le preguntaron al autor de “El Aleph” qué le parecía la novela de Pacho O’Donnell “La seducción de la hija del portero”, y èl respondió: “Es un libro muy valiente”. Sorprendido no tanto por la respuesta sino porque Borges conociera la obra, el periodista insistió: “¿Por qué dice eso, Borges?”. Y él completó: “Porque usó la palabra ‘portero’ en lugar de ‘encargado’”. La corrección política no es cosa de ahora, al menos en algunos terrenos.

“El Encargado III”. Miniserie de Gastón Duprat y Mariano Cohn. Int.: Guillermo Francella, Gastón Cocchiarale, Daniel Aráoz, Daniel Miglioranza, Pochi Ducasse. Disney Plus/Star.

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