6 de febrero 2018 - 18:32

La entrevista que dio Bodoc a Ámbito Financiero: "Uso la magia como modo de pensar, no hacer abracadabra"

El 24 de febrero de 2016 este medio publicó el diálogo con la escritora argentina, quien habló de su carrera literaria y de por qué no se concretó el proyecto hollywoodense de "Tiempo de dragones". Reproducimos sus palabras de aquella vez:

Bodoc: “Tolkien me mostró el género puesto de nuevo a funcionar, pero mis maestros del alma son en principio poetas”.
Bodoc: “Tolkien me mostró el género puesto de nuevo a funcionar, pero mis maestros del alma son en principio poetas”.
Hace 17 años Liliana Bodoc demostró con "La saga de los confines" que la fantasía heroica, que consagrara a J.R.R. Tolkien con "El señor de los anillos", podía ser revisada, replanteada y tener su versión argentina. A partir de allí, Bodoc ha ofrecido otras obras de literatura épica y fantástica que también trascendieron el público juvenil al que parecían dirigidas. Días atrás, esa escritora santafesina que eligió residir en Mendoza, viajó a Buenos Aires para participar como entrevistada en el convocante "Encuentro anual de libreros y maestros", organizado en la Sala Pablo Neruda del Complejo La Plaza por Penguin Random House, que reúne a docentes, bibliotecarios y promotores de lectura. Aprovechamos la ocasión para dialogar con Bodoc, saber de sus nuevas obras y en qué estaba el llevar al cine en Hollywood "Tiempo de Dragones", idea que la unió creativamente con el artista plástico Gustavo Cabral, conocido como Ciruelo.

Periodista: En este momento compiten en las librerías tres colecciones de libros suyos: "La saga de los confines", la serie "Elementales" y la saga "Tiempo de dragones".

Liliana Bodoc: "La saga de los confines" ya tiene 17 años, y si bien ha hecho su recorrido sigue sumando lectores. Y si "Tiempo de dragones" y la colección "Elementales" parecieran competir es porque han salido al mismo tiempo, pero van en busca de distinto tipo de lectores. Esos libros son fruto, supongo, de querer mucho el trabajo que uno hace, y con tener la posibilidad de escribir muchas horas por día, porque hay mucha gente que tiene un montón de talento y no tiene tiempo, y yo en este momento de mi vida lo tengo. "Elementales" nada tiene que ver con "Tiempo de Dragones". "Tiempo de Dragones" es épica fantástica, y "Elementales" una colección de cuentos que no diría infantiles sino más bien juveniles. "Ondinas", el primero de "Elementales", reúne diez cuentos que tienen en común el agua. Cuentan el río, el mar, la lluvia, jugar con agua, el agua del desierto, el llanto, el hielo, el arroyo, la cascada, el remolino. Los otros títulos de ese conjunto son "Salamandras", "Nomos" y "Silfos". Si el primero trata del agua, los otros son del resto de los cuatro elementos, el fuego, la tierra y el aire.

P.: "Tiempo de Dragones" es un caso muy especial en su carrera. Comienza buscando dar con una historia ligada a las imágenes de Ciruelo, artista argentino de fama internacional. Y eso se convierte en un proyecto para el cine que se concretará en Hollywood, y usted pasa a transformarse en guionista.

L.B.: Es algo raro, tan raro como los dragones. Todo comenzó con Ciruelo intentando hacer una película que dirigiría Pablo Helman. Fue la confluencia de espacios comunes de la cosmogonía de Ciruelo y la mía. Aparecía como protagonista Hobsyllwin, la famosa dragona blanca de Ciruelo. Me gustó la idea de mestizar, de explicar la forma en que los dragones llegaron a América. El primero en traerlo para acá fue Ciruelo en su libro "Hadas y dragones". Lo que a mí me ocurrió fue que me di cuenta que la serpiente emplumada de los mayas era un dragón. Así surgió reunir a dragones, alquimistas, chamanes en nuestro territorio. Pensé en que los dragones atravesando el espacio temporal llegaron a este continente, y aquí tomaron otra forma, otra conducta, otros pensamientos.



P.: ¿Qué pasó con el proyecto Hollywood?

L.B.: "Tiempo de dragones" nació como dije de un impulso cinematográfico que parecía muy fuerte, muy encaminado, en donde en principio escribí un guión. A mí me faltaba la experiencia del guionista, me terminé de dar cuenta al estar haciendo ese trabajo. Me faltaba ese manejo de los espacios de la narración que hacen los guionistas, que es dificilísima. Como me costaba construir una ficción del modo en que ellos lo hacen, me largué a escribir una novela, cuando se suponía que eran los últimos tres meses de trámites para conseguir los productores faltantes para la película. La realidad es que lo que está vivo y coleando es la novela que acaba de salir, y las próximas novelas que vienen, porque va a ser una tetralogía. En cambio la película se desinfló. Era muy costosa, con cifras que me costaba imaginar, de un riesgo enorme, y bueno, concluyó.

P.: ¿Cómo va a ser la saga de "Tiempo de dragones"?

L.B.: Es una novela que mezcla mucho los tiempos. Va al pasado, pasa al futuro, y donde intervienen muchos estadios de la realidad. Eso me obligó a hacer muy cautelosa, a armar el esqueleto completo de la saga porque si no, podía meter la pata en cualquier momento. Dejar datos perdidos, situaciones que no cerraran, que no se explicaran o que no tenían consecuencias. Me llevó mucho organizar la tetralogía. Ahora la puedo contar segmento por segmento.

P.: ¿Es cierto que el último tomo va a ser el primero?

L.B.: Va a ser lo que en el cine se llama la precuela, aquel que integra y explica todo. Por eso lo dejé para el final.

P.: Dado que usted tiene públicos diferentes, ¿a qué tipo de lector se dirige con esta saga?

L.B.: Sobre todo escribo para jóvenes, y un poco para niños, pero también para adultos. Fueron los adultos quienes descubrieron lo que yo había hecho entre nosotros con "La saga de los confines". En el caso de "Tiempo de Dragones" creo que por el lenguaje, por la estructura narrativa, un poco más compleja que la de "La saga de los confines" es de jóvenes para arriba. Jamás se la daría a un niño porque es cruel, muy cruel, a veces me sorprendo de eso.

P.: ¿Se siente la pionera de la fantasía heroica, de la épica fantástica de Tolkien en la Argentina?

L.B.: Creo que no, eso en un punto es olvidar en Argentina (si hablamos de América Latina tenemos otros ejemplos) que Angélica Gorodischer con su "Kalpa Imperial" inauguró el género en nuestro país. En la actualidad hay un montón de personas trabajando en fantasía heroica, el género está universalizado, y hay mucha gente joven que con mayor o menor muñeca está publicando.

P.: ¿Son las mujeres las que más se dedican al género fantasy?

L.B.: Sabe que sí, hay actualmente mucha escritura de literatura fantástica producida por mujeres. Laura Escudero, Margara Averbach, rápidamente comienza a aparecerme una ya extensa lista de nombres de escritoras dedicadas a este género narrativo, esto es algo nuevo en nuestras letras donde la literatura fantástica refería a Borges, Cortázar, Bioy Casares.

P.: Usted, ¿cómo es que elige escribir una fantasía heroica que parta de nuestro territorio?

L.B.: Hay en eso distintas cosas. Por un lado la épica fantástica me saca de la coyuntura, pero no de la realidad. Me interesa hablar de la realidad, de este mundo, de lo que me parece que hay que cambiar y de lo que me parece que está bien. La épica fantástica me permite revisar el pasado, ver la conquista de América, y pensar que los pueblos originarios pudieron resistir. Me propone y me permite trabajar con lo simbólico, con lo mítico, algo que me gusta mucho. Me posibilita trascender la circunstancia. Y sobre todo me permite trabajar con la magia, con la magia como una manera de conocer, de pensar el mundo, no de hacer abracadabra.

P.: ¿Considera a Tolkien su maestro?

L.B.: Tolkien me mostró el género puesto de nuevo a funcionar, pero mis maestros del alma son en principio poetas como Walt Whitman, Baudelaire, Verlaine o González Tuñón para saltar para el lado de acá, y luego, claro, García Márquez, Álvaro Mutis, Cortázar, todo el boom latinoamericano, los que iluminaron mi juventud.

P.: J.K. Rowling, luego de hacer un éxito en el género fantástico con Harry Potter pasó a la novela realista y al policial. ¿No pensó en dar un salto semejante?

L.B.: Alguna que otra cosa en ese sentido tengo escrita, como la novela realista "La entrevista", o "El perro del peregrino" que tiene que ver con lo histórico, con un perro que acompaña a Jesús en su peregrinación. Me gusta escribir y quiero seguir buscando, explorando, sabiendo que puede haber distintas fuentes.

P.: ¿Tiene algún proyecto además de concluir la saga de "Tiempo de Dragones"?

L.B.: Tengo la idea de una novela muy realista impulsándome a escribirla. Le cuento el punto de partida. Una empleada, que posiblemente sea paraguaya, sube a la terraza con la nenita de su patrona, y se le cae y se mata. A partir de eso todo lo que sucede en esa familia con esa empleada a la que los dueños de casa, el padre y la madre de la nena, no dejan que se vaya.

Entrevista de Máximo Soto

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