16 de septiembre 2020 - 00:01

Lang Lang: sobre las Variaciones Goldberg y la música sin fronteras

Desprejuiciado, provocador, showman, se atrevió por primera vez a grabar su propia versión de esta obra cumbre de Bach. En la charla, habla también de la pandemia, del hip hop... y de Tom y Jerry.

Lang Lang. Editó su versión de las “Variaciones Goldberg” de Bach, cuya versión canónica es la de Glenn Gould.

Lang Lang. Editó su versión de las “Variaciones Goldberg” de Bach, cuya versión canónica es la de Glenn Gould.

Aun habiendo sido aclamado como el mejor pianista de hoy, de haber actuado ante una audiencia de cuatro mil millones de espectadores en todo el mundo en la apertura televisada de las Olimpíadas de Pekín, y de convertirse en un astro no sólo de la música clásica sino de la popular al tocar junto a Metallica o a Herbie Hancock, Lang Lang seguía sin atrevérsele a una de las obras cumbres de Johann Sebastian Bach, las “Variaciones Goldberg”, obra de 1743 que debe su nombre al discípulo de Bach que mejor tocaba el clavicordio, instrumento para el que se escribió la composición.

“Quería tocar esta obra desde muy chico, ya que cuando escuché la interpretación de Glenn Gould quedé fascinado” explica el pianista chino a este diario a través de un Zoom desde Beijing, donde está estrenando su disco con las “Goldberg Variations” para Deutsche Grammophon. El diálogo se inició con Bach y siguió con otros temas como la música en la era de la pandemia, la mezcla de géneros musicales y, más sorprendentemente, el gato y el ratón mas famosos de la historia de los dibujos animados, Tom y Jerry.

Sobre las “Variaciones Goldberg”, Lang Lang asegura que está en el momento exacto de su carrera para interpretarlas como se debe. “Es una obra muy difícil, que requiere mucho estudio y también un gran conocimiento de la música barroca, ya que Bach no escribía para piano sino para clavicordio o clavecín, y por eso tuve la asistencia del maestro clavecinista Andreas Staier, que me acercó a pensar desde un punto de vista más cercano al barroco. Entendí que tocar esa obra es algo distinto de cualquier otra; hay que buscar otra estrategia, hay que sentir las teclas del piano desde las muñecas hasta los dedos, y que estos estén conectados directamente a tu cerebro”.

A Lang Lang, los instrumentos de teclado del barroco que antecedieron al piano le interesan no sólo por interés histórico sino porque, en un punto, son la esencia del instrumento en el que él es un virtuoso. “Siempre traté de acercarme al clavecín o al pianoforte, los antecedentes del piano tal como lo conocemos, y recomiendo escuchar piezas para estos instrumentos y así entender el barroco y las raíces de la música clásica. Pero también sé que si un oyente moderno escucha música en un pianoforte, luego de un rato sentirá cierto cansancio. Y ni hablar de lo que es tocar estos instrumentos, dado que el peso de los teclados es totalmente distinto”.

Cuando le mencionamos que la primera grabación en piano de las “Variaciones Goldberg” estuvo a cargo del chileno Claudio Arrau en 1942, Lang Lang se queda un poco perplejo “Muchas veces, haciendo Beethoven y sobre todo Schumann, escuché las versiones del maestro Arrau, pero lamentablemente nunca tuve a mano discos de Arrau tocando Bach”.

Según el interprete parte de poder poner en marcha este proyecto fue gracias a su larga asociación con Deutsche Grammophon: “fue el primer sello con el que empecé a grabar cuando era muy joven, y si bien en un momento firmé un contrato con otra compañía, termine volviendo con ellos Apoyan todo lo que hago, como por ejemplo lo que ya estoy preparando para el año que viene, la integral de los conciertos de Beethoven”.

Hoy Lang Lang tiene más tiempo para entrar al estudio de grabación que antes, cuando recorría el mundo en sus múltiples giras. La pandemia afecta a todos. En el diálogo con este diario, quiso saber si en la Argentina ya había conciertos presenciales, y se lamentó al saber que por ahora eso sigue siendo imposible. “Yo hace cinco meses que no doy un concierto. Es mucho”, agrega. “En China ya empezaron lentamente las posibilidades de conciertos en vivo pero con grandes limitaciones y mucho protocolo, empezando por el detalle que hay que limitar la cantidad de público en más de cincuenta por ciento, por eso aun no he vuelto a dar conciertos. Sí hice unos eventos especiales por streaming. Fue extraño. Es raro estar tocando en un teatro sin público. Realmente muy extraño. De alguna manera tenía que pensar que era sólo una especie de ensayo y no un autentico concierto”.

Así como ha gozado de incontables elogios, Lang Lang también ha recibido criticas por su personalidad de showman extrovertido que lleva a la música clásica modos propios del rock o la música popular. El artista, de 38 años, asegura tener derecho para tocar todo tipo de música y expandir su audiencia. “Creo que es importante para un músico clásico abrirse a otros géneros musicales, incluso los más populares, por eso toqué con Metallica o con Herbie Hancock, y nadie tiene derecho a criticarme por eso. Todo lo contrario, es importante llegar a más audiencias y expandir el alcance de la música clásica. Yo estoy casado con una pianista que no sólo toca el piano, también compone canciones pop y a veces nos divertimos tocando algunas de sus composiciones, o lo que se nos ocurre a cuatro manos. Cuando estoy en casa no escucho solamente música clásica. Me gusta mucho el jazz, también el hip hop, por el ritmo. El ritmo es muy importante en la música y también en la vida.

Hay un concierto poco ortodoxo que fue una gran inspiración para el pianista en su niñez. Fue “The Cat Concerto” (“El concierto de Tom”, 1947), el famoso cartoon con Tom y Jerry, que le valió un Oscar a su animador, Fred Quimby. En este clásico dibujo animado, el gato trataba de tocar la Rapsodia Húngara N° 2 de Franz Liszt, y el ratón lo volvía loco. Lang Lang asegura que el impacto de ese dibujo animado, a sus dos años de edad, fue su primera conexión con la música, así que en parte le debe su carrera a Tom y Jerry. “Me sigue pareciendo un film genial”, afirma Lang Lang, “y más aun, creo que los dibujos animados pueden ser muy importantes para la educación musical de los mas jóvenes. Justamente en este momento estoy proyectando algo grande en ese sentido: una idea para una escuela de música a través de los cartoons, ya que por lo general este medio hace que los chicos canten alguna melodía, pero mi idea es lograr que no sólo canten, sino también toquen el piano mirando dibujos animados.”

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