7 de julio 2021 - 00:01

Plano: "Mi música cuenta historias con los sonidos"

Nominado al Grammy hace dos años por "Verve", acaba de lanzar en Berlín, donde reside, "Save me not", otro trabajo que une lo clásico a lo electrónico.

Sebastián Plano. Un destino musical arraigado en su familia.

Sebastián Plano. Un destino musical arraigado en su familia.

“Mi padre toca el violín en la Sinfónica de Rosario y mi madre la viola. A mí me iba a tocar el violín y a mi hermano el cello, pero mi abuelo, que tocaba el bandoneón en orquestas típicas, se adelantó y les dijo que ya tenía reservado un cello para mi cumpleaños”. Sebastian Plano cuenta de esta manera cómo se inició en ese instrumento a los 8 años, que lo llevó a ser solista con orquestas sinfónicas de muy joven, y obtener becas de varios de los mejores conservatorios de Europa y los Estados Unidos. Sin embargo Plano, que podría ser intérprete virtuoso de compositores clásicos, optó por componer su propia música y plasmarla con medios electrónicos. Camino más complicado, pero que en 2019 le valió una nominación al Grammy por su disco “Verve”. No lo ganó, pero dice que no le molesta mucho porque el premio era “al mejor disco New Age”, categoría con la que no se siente identificado.

Sin embargo, en diálogo con este diario desde Alemania, donde está radicado hace años y donde grabó su flamante álbum “Save me not”, para el sello Mercury KX, este talentoso rosarino de 34 años reconoció la importancia de esa nominación para llevar adelante una obra que no resiste etiquetas y cuya inspiración sigue surgiendo de la familia musical de su infancia. “Me resisto a la idea de que mi música pueda ser New Age, igual que cualquier tipo de clasificaciones que entiendo que a veces son necesarias para las discográficas. En ‘Save Me Not’ toco básicamente dos instrumentos, el cello y el piano, y también está mi voz, aunque estoy lejos de considerarme un cantante. Todo lo demás en el disco es electrónico, y es juego, como por ejemplo que el primer y último tema del disco en realidad sean el mismo, sólo que uno esta al revés, o como se suele decir, dado vuelta”.

Para Plano, que a los 14 años viajaba dos sábados al mes en un micro desde Rosario a Buenos Aires para tomar una hora de clase con un gran profesor de música, y luego regresar a Rosario, el descubrimiento de la música electrónica fue algo grande. “Tenia menos de diez años y para mi solo existía la música clásica; como mucho un poco de tango. Pero entonces mi viejo empezó a ver la serie ‘Cosmos’ de Carl Sagan y ahí escuche a Vangelis en el soundtrack. Le pedá a mi padre que para mi cumpleaños quería un casete de Vangelis. Me regaló “Themes” y me explotó la cabeza. Yo no tenia ni idea de que existían instrumentos como el sintetizador”.

Plano asegura que los esfuerzos y la disiciplina con que se formó se aprovechan a pleno a la hora de componer música contemporánea a través de la tecnología: “Lo que más aprendi de aquel maestro fue a tener disciplina, por eso puedo pasarme un año solo, todas las noches, en mi estudio en Berlín, grabando un disco como “Save me not”, que fui componiendo a medida que avanzaba tema por tema. Estoy convencido de que mi música instrumental tiene que contar una historia a través de los sonidos, a través de los cambios en la melodía y las texturas., Por eso no me extraña cuando alguien dice que mis discos son electrónicos, new age o incluso pop”.

Plano, que si la pandemia lo permite estará presentando “Save me not” en Inglaterra y buena parte de Europa a partir de octubre (en sus conciertos está solo en el escenario tocando el cello y dirigiendo sus cintas pregrabadas, algo curioso teniendo en cuenta su historia de solista adolescente de conciertos sinfónicos), finaliza con esta anécdota: “en 2017 vivía en San Francisco y grababa sin parar. Tenía que ir y venir de un estudio cuando quería agregar un toque de cello o piano en algún tema. Una vez dejé el auto estacionado debajo del estudio, y un ladrón forzó la puerta y se robo mi PC y dos discos rígidos donde tenía tres discos inéditos, que perdi para siempre, y que sigo tratando de reconstruir. Yo seré de Rosario, pero no sabes cómo afanan en San Francisco”. Para darle un final feliz a esta historia, parte de su último disco incluye algunos bocetos de aquellas grabaciones, que aparecieron por casualidad en un viejo pendrive.

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