13 de enero 2005 - 00:00

Rara fábula sobre el poder del amor

«Golpe de suerte» (The Cooler, EE.UU., 2002, habl. en inglés). Dir.: W. Kramer. Guión: F. Hannah,-W. Kramer; Int.: W.H. Macy, A. Baldwin, M. Bello, P. Sorvino, R. Livingston, A. Nascarella, S. Hatosy, J. Fatone.

«Golpe de suerte» es un film más raro que bueno sobre un «mufa » redimido por el amor de una mujer, con innecesarios efectos visuales y un bienvenido giro final para que todo termine bien.
«Golpe de suerte» es un film más raro que bueno sobre un «mufa » redimido por el amor de una mujer, con innecesarios efectos visuales y un bienvenido giro final para que todo termine bien.
E l personaje de esta película, un triste de solemnidad, es tan resignadamente «mufa», que lo han contratado en un casino para cortar con su sola presencia la racha ganadora de cualquier cliente fastidioso. Y vive de eso. Hasta que consigue una novia, y entonces se siente tan bien que produce el efecto contrario. Es decir, a su paso todo el mundo gana y sale contento. Salvo los mafiosos que controlan el negocio, que ahora lo quieren matar.

Pero ésta no es una historia cómica, sino algo así como una leve fábula sobre el poder del amor, mezclada con innecesarios efectos visuales (por ejemplo, ciertas posiciones de cámara, algunos ralentados, y hasta una estrafalaria visión de rayos X), alternando sobre todo con unas cuantas situaciones de realismo duro, tan duro que ante ciertas escenas cualquiera piensa que todo esto va a terminar mal. Porque es evidente que la mujer no se acercó a él por su lindo cuerpo, que encima es rengo, ni por su aspecto ganador, que el hijo y la nuera lo estafan a la vista y con el mayor desprecio, que el jefe que parece quererlo, cinco años antes le rompió la rodilla con un bate de béisbol, tipo ayuda memorias, para que se acuerde y cumpla su contrato de yetattore, y ahora quiere forzarlo a renovar el contrato como sea, etcétera.

Es un buen tipo, el jefe. Es cierto que practica la eutanasia con algunos empleados que ya no rinden, pero lo hace de bueno que es, nomás, para que no sufran la decadencia y le hagan perder plata. Y hasta tiene su corazoncito, comparado con los mafiosos que están arriba suyo, que quieren demoler el viejo casino que es todo su amor, e instalar un súper edificio todo moderno, tipo shopping, antes que la racha amoroso-ganadora del protagonista los deje sin fondos. Bueno, en todo caso siempre habrá un policía corrupto para recuperarlos.

Por suerte, mejor dicho por un cinematográfico golpe de suerte, todo termina bien, cosa que se agradece. Como se agradece además que, aunque sea por una vez en el cine norteamericano, lo de «boy meet girl» se haya transformado en «cincuentón rengo y pobremente dotado encuentra madurita pero muy apetecible y buena compañera». Detalle curioso, también apreciable: en el personaje del jefe, Alec Baldwin actúa un poco mejor que de costumbre.

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