10 de enero 2024 - 00:00

Dólar, acciones y bonos: cómo fue el primer mes de Javier Milei desde lo financiero

El mercado apostó fuerte en un inicio a la gestión del libertario, pero llega el balance del primer mes en medio de un clima menos festivo. ¿Qué dice el mercado de estos 30 días?

El Gobierno de Milei y su relación con los mercados.

El Gobierno de Milei y su relación con los mercados.

El Nacionalista

El Gobierno inició su gestión el 10 de diciembre de 2023 con una gran recepción de los mercados. Las acciones comenzaron al alza, los bonos también subieron, aunque un poco más lento, y los dólares paralelos le respondieron con una relativa calma. El mensaje promercado y desregulador conquistó, además de que todo nuevo presidente goza de la tan mentada “luna de miel” inicial. Sin embargo, en las últimas dos semanas, se comenzó a observar cierto tambaleo en esa relación idílica. ¿Cómo evolucionaron los dólares, los mercados y el clima financiero en este primer mes de Javier Milei?

“Fue un arranque rápido y furioso para los mercados, que se fue quedando sin nafta”, diagnostica el economista y director de MyR Consultores, Fabio Rodríguez en diálogo con Ámbito.

En principio, la atención de los inversores se dirigió a las primeras medidas económicas, con foco en el equilibrio fiscal y el exceso de pesos y el anuncio de una devaluación del 54%. Era clave que la nueva administración lograra rápidamente despertar confianza para avanzar en un plan de gobierno que tendría costos asociados como una aceleración de la inflación y una retracción de la actividad económica.

Inicialmente, el mercado tuvo lo que quería: el Gobierno anunció casi de inmediato una devaluación. A eso se sumó la liberación de las regulaciones de precios y los planes de privatización de empresas, que hicieron volar en un inicio, por ejemplo, las acciones de YPF.

Las acciones de la bolsa porteña cotizaron al alza y con subas de hasta más de 10% en el primer día hábil de la era Javier Milei. Y el clima se mantuvo en ese tenor a lo largo de casi todo diciembre, con el S&P Merval superando los 1.000 puntos medido en dólares CCL, el pasado 22 de diciembre.

Milei y los mercados: una relación que tambalea

Pero desde fines de diciembre, el optimismo tambalea. Ciertos sectores empiezan a desconfiar del éxito del programa económico de Milei, que lleva adelante el ministro de Economía, Luis Caputo. Uno de los temas que más preocupan es el humor social que pueda generar una brusca caída del salario real, y una inflación acumulada que estará en torno al 200%.

Asimismo, las políticas de desregulación de la economía y reducción del déficit preocupan a muchos sectores, como el de la obra pública (la construcción), que ya empieza a ver efectos negativos en despidos producto de una proyección de caída en la actividad. Sumado a los recortes en el Estado, que conlleva recorte de puestos de trabajo. Y la suba de los alimentos, que ya ronda el 38% en el primer mes de gestión.

Pero en el aspecto financiero, recapitulando lo sucedido en este mes de gestión, Rodríguez señala que “el esquema 80/20 del dólar exportador, que permitía canalizar parte de las liquidaciones a través del mercado del dólar Contado Con Liquidación (CCL) para el dólar, junto al súper cepo importador”, mantuvo a raya a los dólares paralelos durante algo más de 25 días.

Lo político: un problema para el plan de Milei

A lo que Santiago Manoukian, economista de Ecolatina, apunta que “lo que se ve es que, a un mes de haber asumido el Gobierno, la actual gestión empieza a enfrentar los primeros obstáculos a la implementación de su programa económico”.

Según su visión, un gran problema que tiene Milei es que es un gobierno de una minoría en el Congreso. “Era evidente que iba a tener dificultad en los primeros seis meses. Y, probablemente, hayamos visto al principio una sobrerreacción de la brecha cambiaria, que bajó a niveles exagerados, por decirlo de alguna manera”, señala.

Manoukian explica que, ahora, estamos viendo un reacomodamiento que tiene que ver con la mayor nominalidad de la economía, pero también con una percepción de que la falta de músculo político del gobierno se hace un poco más evidente con el DNU enfrentando algunos amparos, con la ley ómnibus que no tiene buenas perspectivas y el Gobierno se mantiene inflexible a los cambios.

“Eso, sumado a la mala recepción que tuvieron las licitaciones del Bopreal hasta ahora, que no logró despegar todavía, hacen que se vea, en los últimos días algunas dudas e inquietudes sobre la sostenibilidad de la situación cambiaria hacia adelante”, diagnostica.

Las fallas del planteo financiero

Así es como, para Rodríguez, el esquema que planteó el ministro de Economía, Luis Caputo, se empieza a resquebrajar, en parte porque se va terminando la liquidación, el dólar, que había ganado competitividad tras la devaluación del 54% que implementó el Banco Central (BCRA), la va perdiendo, por otro lado, el campo presiona para lograr que no le suban las retenciones reteniendo granos. Todos esos elementos frenan el ingreso de dólares.

A eso se suma, indica Rodríguez, “a una licuación absurda de pesos que canaliza demanda hacia dólares financieros”. Así se refiere a la decisión del BCRA de llevar la tasa del plazo fijo a un terreno negativo respecto de la inflación. Recordemos que el 18 de diciembre pasado, el Banco Central (BCRA) decidió bajar el rendimiento de esos instrumentos a 30 días al 110% (Tasa Nominal Anual, TNA) desde el 133%, es decir, 23 puntos porcentuales.

De esta manera, el interés mensual de estos instrumentos de ahorro pasó a ser del 9,04%, cuando hasta ahora, era del 11% y la tasa efectiva anual (TEA) se ubicó en alrededor del 186,5% (era del 253%). Se trata de un rendimiento muy negativo contra una inflación anual que podría superar el 200% y una mensual en torno al 30% en diciembre.

Asimismo, ante la disparada de las colocaciones en los plazos fijos UVA que se dio tras esa medida, el Central tomó una decisión que eliminó casi el atractivo de la única alternativa que tenía el ahorrista pequeño para ganarle a la inflación: llevó el plazo mínimo de permanencia en ese instrumento de tres a seis meses (90 a 180 días) y dejó que los bancos dispusieran qué tasa de pre cancelación ofrecerían para los pre cancelables.

Los ahorristas van al dólar y volvió el carry

Esas medidas, sin dudas, incitan los ahorristas a buscar otras alternativas de inversión y se empezaron a volcar hacia la dolarización de activos y recalentaron los tipos de cambio paralelos en los últimos días, que venían calmos y pasaron a cotizar en niveles de récords nominales.

En este sentido, también, el economista Mariano Fernández opina que, si bien el mercado le dio un voto de confianza inicial a la propuesta de cambio, “el Gobierno eligió la peor estrategia de estabilización porque nada cambio”.

Fernández explica que, antes, los bancos aumentaban sus ganancias contables con las Letras de Liquidez (Leliqs) del BCRA, pero sin poder dolarizar sus carteras, mientras que, a raíz de la estrategia del nuevo Gobierno, “son los hedges funds los que, mediante el carry trade, obtienen ganancias en dólares que, al aumentar la percepción de riesgo, se dolarizaran”.

Explica que el gran problema es que se estableció inicialmente una brecha cambiaria baja “ficticia”, gracias a un dólar planchado (que se apreció inicialmente en un 118%, pero luego se le aplicó un ritmo de devaluación del 2% mensual). Eso, con un dólar financiero sin cambios, favoreció el carry trade.

Lo que va a pasar con dólar e inflación

Por otro lado, el economista considera que, para marzo el tipo de cambio habrá acumulado poco más de 50% de atraso respecto de la inflación y, “en unos meses, alrededor de marzo o abril, el programa va a empezar a mostrar un atraso cambiario que va a requerir de una nueva devaluación”. Pero un riesgo es que, para evitar ese salto cambiario, que generaría un shock inflacionario, puede hacer que el gobierno implemente un programa dólar soja o similar.

Para Rodríguez, uno de los problemas que enfrenta Milei en su primer mes de gestión es la falta de consistencia en su plan económico. “La devaluación inicial requiere ser acompañada de un plan. Anuncios fiscales que no se han concretado y juegos financieros no alcanzan para evitar el aumento de las expectativas de devaluación y espiralización de la inflación”, apunta.

Opina, en ese sentido, que la bienvenida festiva de los mercados “se trató de una sobrerreacción inicial a anuncios promercado” y el problema, según su visión, es que a esas medidas “les faltó sustento político”.

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