7 de diciembre 2021 - 09:08

El refugio contra la inflación que rinde más que el oro y las criptomonedas

El oro es el activo de inversión por excelencia en todo el mundo. En tiempo de crisis, es uno de los activos más utilizados sobre todo en un período de alta inflación. Bitcoin también comienza a surgir como un activo de refugio. Pero para otros analistas, el petróleo comienza a ser una posibilidad.

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El oro es el activo de inversión por excelencia en todo el mundo. En tiempo de crisis, es la opción más utilizada sobre todo en un período de alta inflación. Al oro se le sumó este año Bitcoin, que cada vez logra más adeptos. Sin embargo, los precios del primero se mantienen por debajo de los u$s2000 y en el caso de la criptomoneda, la alta volatilidad en dos semanas comenzaron a generar dudas entre los inversores para protegerse de la inflación.

A esto se le suma un contexto inflacionario que, lejos de las previsiones, se espera que continúe siendo un problema en 2022. “Los diferentes organismos económicos no paran de revisar al alza sus previsiones de IPC, pues los cuellos de botella en las cadenas de producción y la subida de las materias primas van a más. De esta manera, lo que hace unos pocos meses se definía como un fenómeno transitorio corre el riesgo de hacerse persistente”, señaló el director de análisis de Ei, Luis Francisco Ruiz.

La opción más lógica para los inversores es reducir posiciones en renta variable, ya que no es la clase de activo más segura si se avecina una inflación disruptiva, pero también es cierto que algunas áreas del mercado podrían subsistir bien en este escenario.

Dos sectores concretos que no sufrirán tanto con la inflación son el tecnológico -principalmente la parte de software- y el lujo, ya que “pueden trasladar las subidas de precios a los clientes finales, por un lado, y, además, no son intensivos en capital, por otro”, aseguró Julián Pascual, presidente de Buy and Hold, que añade que, por el contrario, “sectores como la construcción o industriales son peligrosos con inflación alta”.

Otra área que podría sobrevivir bien son los bienes raíces. Pero si hay algo en lo que coinciden la gran mayoría de los analistas es que, más allá de la renta variable, vale la pena poseer oro, petróleo y, posiblemente, también un bitcoin si la inflación muerde.

“En un entorno de inflación, materias primas, commodities y recursos básicos deberían tener un mejor comportamiento y eso nos da garantías al menos durante dos trimestres que se subsanen esos cuellos de botella y problemas de oferta que hay”, explicó el analista José Lizán, que hace referencia también a “la gran dependencia que tienen los emergentes de las materias primas”.

El gestor incide además en el importe potencial del oro y los metales preciosos: “ha estado prácticamente ocho o nueve meses de caídas o contracción en precios, y estamos empezando a ver después de muchos meses de debilidad las primeras señales de entradas de flujos de capital, no sólo en oro sino también en las mineras de oro. Por ello, si la inflación al final va más allá de lo que se esperaba, el oro debería empezar a funcionar un poco mejor y probablemente intente atacar los u$s2.000 por onza a lo largo de 2022 y revertir ese movimiento bajista que ha tenido a lo largo del último año”.

Una apuesta, la de las materias primas, que compartió David Ardura Moyano, director de inversiones de Finaccess Value, pero con matices. “Hay que apostar por las materias primas, pero especialmente las materias primas industriales, que son las que tienen potencial. Es decir, por el cobre o el petróleo, que creemos que son las que lo van a hacer bien”, asegura.

Precisamente, el petróleo es, sin dudas, el activo que ha brillado por encima de todos en el último mes. El oro negro ha vivido este pasado octubre una escalada sin precedentes que ha llevado al Brent y al West Texas a máximos de tres y siete años, respectivamente. Pero el recorrido al alza podría seguir ¿Veremos el barril de Brent en los u$s100? "Muy posiblemente", afirmaba el mismísimo Vladimir Putin durante la Semana de la Energía de Rusia.

No es el único que lo ve cerca de esos niveles. Goldman Sachs cree que el precio del oro negro seguirá muy alto durante mucho tiempo y espera que para final de año llegue a los u$s90. Con este panorama, la estrategia de muchos analistas es clara: alcista a medio y largo plazo. “A pesar de que EEUU puede que añada más petróleo de sus reservas o incluso que Rusia pueda ofertar más gas natural, si la OPEP no amplía la producción de petróleo es difícil que su precio pueda caer viendo la demanda mundial que hay. A nivel técnico ha tenido una ligera corrección, pero la tendencia sigue siendo claramente positiva, con lo que no queda otra que pensar en comprar en correcciones”, detalla el analista de IG, Sergio Ávila.

Finalmente, otro oro, en este caso el que muchos denominan “oro digital”, y que son las criptomonedas, en general, y el Bitcoin en particular, también puede ejercer de valor refugio y proteger contra la inflación debido a la oferta limitada. Otros, sin embargo, no creen que sea una buena opción en tiempos de incertidumbre porque, probablemente, añade más volatilidad y su valor es más un activo especulativo que de refugio.

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