La típica cortesía inglesa puede haber sido la condena a muerte de varios pasajeros del "Titanic", según concluyó un investigador australiano que analizó qué sexo y qué nacionalidad tenían las mejores chances de sobrevivir al hundimiento del barco.
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David Savage estableció que, al parecer, los británicos tenían un diez por ciento menos de posibilidades de sobrevivir que los estadounidenses.
"Creemos que quizá los británicos se colocaron en la fila, es su estilo tan típicamente británico, y esperaron que les tocara el turno (para subir a los botes salvavidas)", dijo Savage a la radio australiana. "Lo sociedad estadounidense es más individualista, y creemos que los estadounidenses quizá hayan sido mejores para detectar las posibilidades para subirse a un bote".
El "Titanic" chocó en su viaje inaugural por el Atlántico con un iceberg en 1912 y se hundió. Un total de 1.517 personas murieron. No había botes salvavidas suficientes para las 2.223 personas a bordo. Savage, que realizó el estudio junto al economista suizo Bruno Frey de la Universidad de Zúrich, defendió a los estadounidenses. "Lo que es aceptable en una sociedad, puede no serlo en otra", afirmó. "Los estadounidenses quizá dijeron: '¡Ey, qué estupidez pararse aquí! ¿De qué sirve?'".
Savage señaló que la mayoría de los pasajeros se comportó correctamente con mujeres y niños. Las mujeres tuvieron una posibilidad de supervivencia 50 por ciento mejor que las de los hombres, y las mujeres con niños una chance un 70 por ciento mejor, tanto en primera como en tercera clase. "Las personas que llenaron los botes de rescate no hicieron diferencias en cuanto a si las mujeres llevaban diamantes o harapos".
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