13 de enero 2014 - 20:15

Captan proceso clave para la formación de las galaxias

Recreación de la superfábrica de polvo espacial.
Recreación de la superfábrica de polvo espacial.
Por primera vez en la historia, las observaciones hechas con el telescopio Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), en Chile, revelaron los restos de una supernova llenos de polvo recién formado.

De haber una cantidad suficiente de este polvo, capaz de alcanzar el espacio interestelar sin desintegrarse, quedaría demostrado cómo muchas de las galaxias adquieren su apariencia opaca y polvorienta.

"Encontramos una considerable masa de polvo concentrada en el área central del material expulsado por una supernova cercana relativamente joven", señaló el astrónomo Remy Indebetouw, del Observatorio Radioastronómico Nacional de Estados Unidos (NRAO) y de la Universidad de Virginia, ambos situados en Charlottesville.

"Es la primera vez que logramos obtener imágenes del lugar donde se forma el polvo, un logro muy importante para comprender la evolución de las galaxias", indicó.

Estos resultados se dieron a conocer en una reunión de la Sociedad Astronómica de Estados Unidos (AAS) y se publicarán en la revista Astrophysical Journal Letters.

Las galaxias pueden contener mucho polvo cósmico que, en teoría, proviene en gran parte de las supernovas, principalmente del Universo temprano. Sin embargo, había pocas pruebas de que las supernovas eran capaces de generar todo el polvo presente en las galaxias más jóvenes y distantes.

El equipo internacional de astrónomos usó ALMA para observar los restos de la supernova `1987A`, ubicada en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia enana que orbita la Vía Láctea a cerca de 168.000 años-luz de la Tierra.

La luz de esta supernova alcanzó la Tierra en 1987 (de ahí su nombre), con lo cual `1987A` es la supernova más cercana a la Tierra que se haya observado desde que Johannes Kepler observara una situada dentro de la Vía Láctea en 1604.

Los astrónomos habían previsto que, a medida que el gas se enfriara después de la explosión, se formaría una gran cantidad de moléculas y polvo mediante la combinación de átomos de oxígeno, carbono y silicio en la fría área central del material remanente. Sin embargo, las primeras observaciones de `1987A` hechas con telescopios infrarrojos, durante los primeros 500 días siguientes a la explosión, revelaron apenas una pequeña cantidad de polvo caliente.

Ahora, con la sensibilidad y el poder de resolución de ALMA, el equipo de investigación pudo obtener imágenes del abundante polvo frío que emite luz en las ondas milimétricas y submilimétricas. Los astrónomos calculan que el material remanente contiene cerca de un 25% de la masa de nuestro Sol bajo la forma de polvo creado recientemente.

Asimismo, descubrieron la formación de cantidades considerables de monóxido de carbono y monóxido de silicio. "El remanente de `1987A` es un objeto especial porque no se mezcló con el entorno, así que todo lo que vemos se formó allí mismo", afirmó Indebetouw. "Los nuevos resultados obtenidos con ALMA -los primeros de su tipo- revelan un remanente de supernova lleno de material que simplemente no existía hace algunos decenios", agregó, según despacho de Europa Press.

Las supernovas pueden generar pero también destruir los granos de polvo, explicaron desde la página web del observatorio Alma.

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