Cerebro: cómo lo afectan las bajas temperaturas

Se determinó que las diferentes temperaturas afectan al funcionamiento cerebral. Pero te sorprenderá lo que ocurre con nuestra mente ante las bajas temperaturas.

Cerebro y frío. 

Cerebro y frío. 

La Tercera

Nuestra mente no es indiferente a los cambios climáticos y, de hecho, funciona diferente según sea invierno o verano. Es más, según los especialistas, la llegada de las bajas temperaturas "mejoran" el funcionamiento cerebral y hasta "rejuvenecen" a nuestro principal órgano.

Algunos asocian al invierno -para el que faltan un puñado de días, hay que decirlo- con un periodo relacionado con la depresión, la poca productividad, y la pereza. Se supone que ralentiza nuestro rendimiento. ¡Craso error! Diferentes estudios revelan que el cerebro no sólo no funciona peor en invierno, sino que lo hace mejor que en verano.

Así lo afirma un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, que buscó profundizar en la relación del funcionamiento del cerebro en las diferentes estaciones del año.

Allí se analizó funcionamiento cerebral, atención y estado de ánimo de las personas, además de medirse los niveles de melatonina, una hormona que interviene en la regulación del sueño.

Resultado sorprendente

Un alto porcentaje de los encuestados resultaba estar más alerta en invierno que en verano, desechando la idea general del aletargamiento de nuestro cerebro durante el invierno.

Esto señala que nuestro cerebro no sólo mantiene niveles de atención similares, sino que en invierno estos niveles pueden incluso aumentar.

De hecho, el funcionamiento del cerebro mejora y tiende a comportarse de una manera similar a si hubiera rejuvenecido, por efecto de las bajas temperaturas.

La explicación

El motivo fundamental es la interferencia del calor en la actividad del hipotálamo. Esta parte de nuestro organismo, entre otras funciones importantes, se ocupa de regular la temperatura corporal. Todo esto se traduce en cuestiones más evidentes, como que dormimos peor, o más sutiles, como la ralentización del impulso nervioso por encima de los 30 °C provocando cansancio y fatiga.

Obviamente se trata de cuestiones sutiles, que no tienen una influencia directa clave en temas como la esperanza de vida en España, pero, si resultan interesantes a la hora de analizar trastornos emocionales que, hasta hace poco, se relacionaban de manera muy directa con la estación invernal.

Así aprovecha el invierno, practica deportes que alarguen tu vida, cultiva tu mente y deja que tu cerebro trabaje a tope, está preparado para ello.

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