El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 29 inició este viernes el segundo juicio contra Facundo Torres, el policía de la Ciudad acusado de haber plantado el arma dentro del auto en el que viajaba Lucas González junto a sus amigos en noviembre de 2021. El efectivo se negó a declarar en el marco del crimen del joven.
Comenzó el segundo juicio contra el policía acusado de plantar el arma en el crimen de Lucas González
Lucas González, de 17 años, salía con sus amigos de un entrenamiento en el Club Barracas Central cuando fue atacado por la policía.
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En el primer juicio, fueron sentenciados a prisión perpetua los oficiales Gabriel Alejandro Isassi, Fabián Andrés López y Juan José Nieva por "homicidio cuádruplemente agravado por haberse cometido con alevosía, placer y odio racial con el concurso premeditado de dos o más personas, abusando de su función o cargo por ser miembro de una fuerza policial".
Ahora que se está realizando el segundo, Torres está imputado por los delitos de falsedad ideológica, privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley, encubrimiento agravado por la condición de funcionarios públicos y por ser el delito precedente especialmente grave e imposición de torturas.
Torres se negó a declarar
Al llevarse a cabo la audiencia, se realizó la lectura de elevación a juicio y el agente de la Comisaría Vecinal 4D se negó a comparecer ante los magistrados Juan Ramos Padilla, Guillermo Friele y Sergio Paduczak, aunque aseguró que lo hará más adelante. Además, se prevé que la semana próxima se presente como testigo el policía que en el primer debate afirmó que se había "plantado" un arma en la escena.
En ese momento, el oficial Héctor Cuevas (integrante de la Comisaría 4D) apuntó contra Torres al sostener que "había plantado" el arma de juguete dentro del auto en el que iban las víctimas al momento de los hechos.
"El encausado [Torres], inmediatamente después del supuesto 'enfrentamiento armado', se dirigió junto a Issasi hasta la dependencia policial donde prestaba funciones para tomar un arma de utilería que le entregó a su acompañante para que la coloque dentro del rodado Volkswagen, ubicado en la intersección de las calles Perdriel y Alvarado de esta Capital", consideraron el fiscal a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°32, Leonel Gómez Barbella, y la auxiliar fiscal María Victoria Fiore.
Los representantes del Ministerio Público Fiscal (MPF) indicaron que el imputado "estaba en cabal conocimiento de lo acaecido con los damnificados y participó activamente del plan armado posteriormente para justificar el accionar de los miembros de la Brigada".
Cronología del caso
El 17 de noviembre de 2021, Lucas y sus amigos Joaquín Zúniga, Julián Salas y Niven Huanca volvían desde el club a sus respectivas casas en el barrio San Eduardo, de Florencio Varela. Después de parar a comprar en un kiosco, el Volkswagen Suran en el que iban fue interceptado en el cruce de la avenida Iriarte y Vélez Sarsfield por un Nissan Tiida del que bajaron tres hombres que les apuntaron con pistolas.
Estas personas pertenecían a la Policía de la Ciudad y eran el inspector Gabriel Alejandro Issasi, el oficial mayor Fabián Andrés López y el oficial Juan José Nieva, pero no llevaban ningún tipo de identificación. Los jóvenes creyeron que se trataba de un robo, por lo que huyeron. Allí empezó una persecusión que terminó con cinco disparos desde el auto policial, uno de los cuales impactó en la cabeza de Lucas González.
Comienzo del juicio
El juicio en el que los tres policías implicados fueron imputados como coautores de los delitos de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial” comenzó el jueves 16 de marzo.
Además, otros 11 efectivos estaban acusados por encubrimiento y torturas hacia los amigos de la victima. Los involucrados son: Daniel Alberto Santana, comisario inspector del Departamento Comunal Vecinal 4 de Barracas; su colega del mismo rango Rodolfo Alejandro Ozán; los comisarios de esa dependencia, Fabián Alberto Du Santos, Juan Horacio Romero y Jesús Chocobar. También Roberto Orlando Inca, de la División Sumarios y Brigadas de la dependencia, el principal de la Comuna 4D, Héctor Claudio Cuevas; y los oficiales de la Comisaría Vecinal 4D Sebastián Jorge Baidón, Jonathan Alexis Martínez, Ángel Darío Arévalos y Daniel Rubén Espinosa.
En sus declaraciones, todos los acusados coincidieron en que "actuaron en cumplimiento del deber".
Declaraciones de los allegados a la víctima
En esta etapa, declararon los padres y los amigos de la víctima, que se encontraban junto a él al momento del asesinato. Durante su testimonio, Cintia López, madre de Lucas, aseguró que cuando vio a su hijo internado en el hospital antes de morir, "estaba irreconocible" y señaló que "cinco policías lo custodiaban como si fuera un delincuente".
Por otro lado, los tres amigos de Lucas dieron su testimonio tanto en su carácter de testigos del asesinato como de víctimas. Todos coincidieron en que fueron torturados y discriminados por los efectivos de la fuerza porteña. "Nos pusieron contra el piso y nos esposaron. Nos empezaron a decir que éramos unos negros de mierda, unos villeritos, y que a personas como nosotros nos tenían que dar un tiro en la cabeza como se lo dieron a mi amigo", expresó Salas, que era el conductor durante el ataque.
"Veo de mi derecha que un vehículo nos empieza a encerrar, por lo que le toqué bocina porque pensé que estaba distraído. Me terminó de encerrar y uno se baja del lado del conductor con un arma, y yo pensé que me iban a robar. En ese momento, empieza a disparar sin sentido. Yo volanteo y me subo a un cordón. Me nublé, no sé cuántos fueron los tiros ni qué pasó", finalizó.
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