Crimen de Andrés Blaquier: uno de los detenidos se fugó de un instituto de menores

Se trata de un adolescente de 17 años. Se escapó de una institución en Lomas de Zamora y es intensamente buscado. El empresario fue asesinado de un disparo en octubre.

Andrés Blaquier.

Andrés Blaquier.

El juez Alejandro Diego Flori, a cargo del Juzgado de Responsabilidad Penal Juvenil 1 de San Isidro con asiento en Pilar, dispuso su captura y la Policía inició un operativo de búsqueda.

Quién era Andrés Blaquier

Andrés Blaquier fue un empresario agropecuario, miembro de la poderosa familia Blaquier, dueña del Ingenio Ledesma. Precisamente, era sobrino del recientemente fallecido Carlos Blaquier, el dueño del imperio.

Blaquier (Andrés) era el director director de Negocio Agropecuario de Ingenio Ledesma y estaba a cargo de “La Biznaga”, una cabaña dedicada a la ganadería con campos en las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos. Era Ingeniero Agrónomo de la Universidad Católica Argentina (UCA).

En la madrugada del 29 de octubre de 2022, el empresario circulaba en su moto BMW 1200 por el kilómetro 50 de la Autopista Panamericana Ramal Pilar, a la altura de Derqui, cuando fue abordado por motochorros que lo persiguieron y le dispararon en el pecho.

La moto de Andrés Blaquier fue encontrada kilómetros más adelante (altura shopping Tortugas Open Mall), en donde los ladrones la abandonaron tras sufrir una caída. Blaquier llegó al Hospital de Pilar, en donde falleció producto del impacto de bala.

Primer intento de fuga

Por el hecho, detuvieron a dos adolescentes que ya en abril pasado habían intentado darse a la fuga, fin que finalmente uno de ellos logró este miércoles.

En aquella ocasión frustrada, habían intentado matar a dos celadores. El hecho ocurrió esta madrugada en la Autopista Panamericana cuando los dos menores presos eran trasladados hacía la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil de Pilar para una rueda de reconocimiento.

Todo comenzó cuando uno de los sospechosos golpeó fuertemente en la cabeza a uno de los celadores mientras que el otro le cruzó la cadena de las esposas alrededor del cuello a otro vigilador para ahorcarlo.

Mientras ese escenario ocurría los menores le suplicaban a gritos que frenaran la camioneta para escapar pero después de varios minutos pudieron ser reducidos por los oficiales a cargo de su traslado.

Aunque creían que todo había terminado los dos acusados comenzaron a golpearse las cabezas entre sí y contra las ventanillas del vehículo para autolesionarse y luego inculpar a los celadores. "¡Les va a recaber!”, expresaron.

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