La Municipalidad de Villa Gesell decretó oficialmente tres días de duelo por la conmoción que generó el derrumbe del hotel Dubrovnik, tragedia que ya dejó al menos dos fallecidos. Se trata de Federico Ciocchini, de 84 años, y María Rosa Stefanic, quien era la ex dueña del lugar, de 52 años.
Derrumbe en Villa Gesell: decretaron tres días de duelo por la tragedia
Lo informó la municipalidad mediante un comunicado oficial. Se debe a la conmoción que generó la situación en la localidad.
-
Derrumbe Villa Gesell: hay un nuevo detenido y buscan a un arquitecto
-
Esta prestación de ANSES tendrá un aumento en diciembre 2024: quiénes pueden cobrarlo y cómo acceder
Por su parte, otra mujer fue encontrada con con vida, aunque con graves heridas, rescatada y trasladada a Mar del Plata donde se recupera de las lesiones. Ella es María Josefa Bonazza, de 79 años, esposa de Coicchini.
Sin embargo todavía resta encontrar a seis personas: de Nahuel José Stefanic, de 25 años; su pareja Dana de Simone; Matías Chaspman, de 27 años; Mariano Troiano, 46; Javier Fabián Gutiérrez y Ezequiel Matu.
El comunicado de la municipalidad
La determinación del duelo fue anunciado mediante un comunicado en la tarde-noche del miércoles, en medio del operativo de rescate que se sigue realizando.
"A partir del día de la fecha y por un plazo de tres días, se declara duelo municipal en el Partido de Villa Gesell con motivo del trágico derrumbe ocurrido en el hotel Dubrovnik", comienza el escrito publicado.
Asimismo, las autoridades afirmaron que el suceso "ha provocado una profunda consternación" frente al escenario desgarrador que conmueve a la localidad y a todo el país.
"El Gobierno Municipal expresa su solidaridad con los familiares de las víctimas, compartiendo su dolor en este difícil momento", continuaron, y agregaron que "durante los tres días de duelo la bandera nacional permanecerá izada a media asta en todos los edificios públicos del partido".
"La Secretaría de Cultura, Educación y Deportes informa que todas las actividades, talleres, disciplinas y espectáculos se encuentran suspendidas hasta el 4 de noviembre", señalaron desde el comunicado.
Los antecedentes de derrumbes
El derrumbe en Villa Gesell encendió las alarmas sobre la situación de las construcciones en la Costa Atlántica y la labor de las municipalidades, las cuales deben llevar a cabo un control exhaustivo sobre los proyectos. Frente a la grave situación, se volvieron a recordar algunos antecedentes sobre desmoronamientos.
En enero de 2020, la misma ciudad balnearia ya había tenido un incidente luego de que se derrumbaran tres balcones de un edificio ubicado en la Avenida Costanera N°69, entre Buenos Aires y 301.
En aquel entonces, los expertos anunciaron que la caída de uno de los balcones generó el efecto dominó, lo que ocasionó el desprendimiento hasta el suelo de la construcción.
Igualmente, no hubo que lamentar heridos ni víctimas fatales, pero sí generó terror al tratarse del inicio de la temporada de verano.
Por otro lado, en 2018 en Mar del Plata dos balcones de un edificio ubicado en Punta Mogotes se desprendieron y terminaron con la vida de Agustina Ferró, de 35 años, y a India Luzardi, su hija de 3.
Ese mismo año, pero en Santa Teresita, el techo de un centro cultural que se estaba construyendo se derrumbó y provocó la muerte de seis personas. Al momento del desprendimiento trabajaban 12 obreros, de los cuales solo la mitad logró salir con vida de entre los escombros.
Dos años después, en julio de 2020, también en Mar del Plata cayó una mampostería de un edificio y mató a una mujer que caminaba por el lugar junto con su hija y otra chica, quienes resultaron ilesas.
Un poco más alejado en el tiempo, en 1992, cedió un balcón y fallecieron cuatro jóvenes turistas en Pinamar. Luego de una investigación, los responsables de la construcción del inmueble, los hermanos Juan y Andrés Majesky, fueron a juicio oral y recibieron una condena de tres años de prisión en suspenso y nueve de inhabilitación profesional.
Según establecen, que las construcciones en la Costa tienen mayor riesgo por la sal del mar que se expande por los vientos, sumado a las altas temperaturas y la poca sombra que hay en dichas ciudades.
Dejá tu comentario