25 de septiembre 2017 - 23:02

El misterio del petit hotel que fue de María Julia, sobrevive a su ex dueña

• EL EDIFICIO DE LA CALLE JUNÍN ESTUVO DOS VECES A PUNTO DE SER DEMOLIDO Y HASTA SU REMATE LEVANTÓ SOSPECHAS.
En Recoleta siempre sobrevoló el mito de que aún tras la venta el inmueble siguió bajo el control de la ex funcionaria menemista.

FACHADA. El frente del inmueble se podía ver hasta el 2015, cuando fue tapiado para ser demolido, algo que nunca ocurrió porque la justicia lo impidió al tratarse de un edificio con patrimonio histórico para la Ciudad.
FACHADA. El frente del inmueble se podía ver hasta el 2015, cuando fue tapiado para ser demolido, algo que nunca ocurrió porque la justicia lo impidió al tratarse de un edificio con patrimonio histórico para la Ciudad.
Con la muerte ayer de la ex funcionaria menemista María Julia Alsogaray las historias y mitos ocultos en torno al famoso petit hotel de Recoleta, en donde vivió hasta el 2009, vuelve a tomar protagonismo. El edificio que le fue rematado ocho años atrás estuvo a punto de demolerse en dos oportunidades, pero la justicia porteña lo impidió debido a su valor como patrimonio histórico para la Ciudad.

Ubicado en la calle Junín 1435, en el corazón del barrio porteño de Recoleta, poco queda de aquel inmueble con estilo afrancesado que se destacaba por sus enormes puertas de madera. Hoy, tapiado y en mal estado pertenece a Ricardo Lurje, miembro de La Liga, apoderado de Ricardo Palermo, el actual dueño del inmueble. Desde que fue adquirido por el empresario el petit hotel pasó por dos inmobiliarias diferentes ambas ligadas a La Liga -una organización que se dedica a la compra de inmuebles en remate-. Lo cierto es que nunca existió un comprador interesado.

Los misterios siempre rondaron en torno al dueño actual del inmueble. Palermo, es el presidente de la empresa MABAJU S.A, una compañía curiosamente creada sólo seis meses antes del remate judicial. Desde el mercado inmobiliario siempre consideraron que el empresario estaba vinculado a la ex funcionaria, de hecho las sílabas de la empresa guardan cierta semejanza con el nombre María Julia.

Hasta el 2015, cuando podía verse su fachada, los vecinos aseguraban que desde la vereda de enfrente se podían observar plantas en excelente estado en la terraza del inmueble, lo que indicaría que alguien entraba a diario. Un rumor popular sostenía que la medianera del palacete se conecta con el segundo piso del edificio lindero. Lo curioso es que María Julia compró allí, hace varios años, departamentos para sus hijos. En el barrio de Recoleta siempre estuvo el mito de que en realidad Alsogaray siempre iba de un edificio a otro a través de una puerta secreta en el petit hotel.

Los departamentos linderos a su petit hotel que adquirió Alsogaray, quien murió ayer a los 74 años (ver más en pág 14), tienen una extensión de 50m2, es un edificio con al menos 80 años y en sus inicios funcionaba como una casa de citas. Los agentes inmobiliarios sostuvieron que la ex funcionaria compró tres departamentos, los unió y ambientó para sus dos hijos.

Aquel petit hotel, hoy envuelto en interrogantes y misterio, le fue embargado a la ex funcionaria en 2001, cuando fue procesada por enriquecimiento ilícito por el exjuez Juan José Galeano. Pero el remate solo pudo concretarse en 2008, cuando la condena quedó firme en la corte. Hasta agosto de 2009, María Julia vivió allí con su hijo menor. Desde esa fecha no ha vuelto a ser ocupado.

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