El hecho ocurrió en un muelle de pescadores de la ciudad de Richmond, en Canadá.
La niña y otros turistas estaban alimentando al animal, que nadaba cerca de ellos. Pero la pequeña se acercó demasiado y el león marino le mordió el vestido, la arrojó al agua y la arrastró.
Rápidamente, un hombre se tiró tras ella y logró rescatarla.
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