La Argentina, que es reconocida internacionalmente como país de «riesgo cero» en influenza aviar -vulgarmente llamada gripe del pollo-, también se sumó a la preocupación mundial por una enfermedad de difícil transmisión que tiene sus orígenes en Italia, a fines de 1876. Por ello planteará a nivel internacional que se otorguen «licencias compulsivas obligatorias» para fabricar el antiviral patentado por Roche, único que puede ser usado en humanos en caso de una pandemia. Ginés González García viajará a Canadá, donde el lunes y el martes próximos se reúnen ministros de 31 países.
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Nunca se han registrado en la Argentina casos de gripe aviar. «Esto no significa que estemos exentos de riesgos. Simplemente quiere decir que la posibilidad de que surja un foco en la Argentina es de riesgo bajo. Y que frente a la amenaza externa, la seguridad sanitaria es una tarea de vigilancia y prevención permanente», advierten desde el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA). González García adelantó que el gobierno ya está «buscando alternativas de producción local de antivirales o en asociación con otros países» y dijo que la Argentina ya compró una partida de estas drogas a Roche, con plazo de entrega hasta febrero de 2006, cuyas cantidades se negó a precisar.
Asimismo, informó que la Argentina tiene desde 2002 un plan de contingencia ante la gripe aviar en cuanto a la prevención sanitaria humana, y otro, vigente desde 1998, de vigilancia sanitaria animal.
Pero la conmoción mundial generada por la expansión del virus durante este año, y especialmente durante los últimos cuatro meses (a Tailandia y Vietnam se sumaron Rusia, Turquía, Rumania y Grecia), se agrega el temor de una rápida expansión por Europa.
Como no hay actividad viral en el país, la única forma de contagio sería mediante viajeros que llegan desde los lugares donde se detectó la epidemia. Al ser un virus puede transportarseen zapatos o ropa. «La Argentina no corre peligro», según el ministro de Salud.
Entre Ríos concentra más de 50% de la producción exportable de la Argentina y allí el mayor temor se centra en la posible confusión de los consumidores. Lo importante es que se sepa que la influenza aviar no se contagia por el consumo de pollo, sino por el contacto con las aves afectadas. Los pollos infectados mueren antes de llegar a la cadena de comercialización. De hecho, en Estados Unidos se registran entre 4 y 5 casos anuales de influenza aviar, tanto como en México, y en ambos países se practica la vacunación regional que evita la propagación.
Pocos meses atrás, en Concepción del Uruguay se realizó un simulacro de epidemia «con resultados satisfactorios». «Y la provincia implementará controles específicos sobre los frigoríficos, en los que se dispondría un determinado número de veterinarios para realizar constante vigilancia de modo de detectar al instante cualquier eventual caso», decía anoche el intendente de Concepción del Uruguay, Marcelo Bisogn.
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