22 de febrero 2008 - 00:00

Enigma sobre el vestuario

Enigma sobre el vestuario
Hasta ayer transcurrieron 74 días desde que Cristina Kirchner asumió la presidencia. Y hasta ayer pasaron 74 días (con sus noches) en los que alternó vestuario, sin jamás repetir trajecitos ni vestidos, en ocasiones mudando más de una vez los atuendos. Eso sí, algo más contumaz en accesorios o zapatos, repitió también estilo de maquillaje, peinados (más de un teñido) y su infaltable Rolex.

Los hombres, que poco saben de esta materia -aunque la pregunta puede exceder también a las mujeres-se interrogan: ¿adónde guarda la Presidente la ropa que ya usó y, en apariencia, no volverá a usar?

Son 74 equipos como mínimo y, como ya se dijo, hubo jornadas en las que se cambió en tres momentos del día, como en el comprensible día de su asunción, cuando exhibió dos recordados vestidos, casi como los de Evita cuando viajó a Europa: uno, floreado, con faja de cuero, y otro de encaje blanco al que las malas lenguas lo devaluaron como copiado de la escuálida princesa de Asturias.

¿Habrá en Olivos, para la ropa usada en l2 o 24 horas, guardarropas extralarge? ¿Se conservarán -como suelen llegar a la residencia- en esos percheros móviles? ¿Se derivarán trajecitos, faldas, abrigos y zapatos a la casa de El Calafate (o a otras, ya que al matrimonio no le faltan viviendas)? Una curiosidad entendible: si mantiene el ritmo renovado del vestuario, y es aconsejable que lo haga, cuando finalice su mandato deberá ubicar -progresivamente- por lo menos l.460 modelos que son los días aproximados que le restan cumplir como mandataria. ¿O acaso donará ese contingente de prendas, la rematará en una feria americana o en Internet con la ayuda de su hija internauta? O, tal vez, esos modelos -por usarlos como alguna estrella de cine o tv- en verdad son prestados por su modista (Susana Ortiz), a quien le prodiga una publicidad en el mercado como jamás tuvo ni podrá tener?

Estas preguntas hoy rondan cualquier tertulia, mientras en la semana Cristina descolló con modelos diversos, sobrios a lo Chanel, característicos, salvo el que lució para esa complicada cena con el cuestionado Presidente de Guinea Ecuatorial, en el Palacio San Martín

Alternó varios trajecitos en colores claros, sus preferidos pues resultan juveniles (pocas veces se la verá con pintas estilo "señora"). Volvió a exhibir accesorios llamativos, tacones altos y texturas sin encaje, ni cuadros, ni flores sino que eligió esta semana géneros brillantes, pedrería y oros.

Todos los días lució chaquetas cortas con pantalones o polleras que estilizan su figura. El día previo a su cumpleaños, el lunes, lució un vestido aguamarina acompañado de un bello spencer transparente al tono, tal vez en un intento temático vinculado con su signo del zodíaco: acuario. Acentuó su brushing con movimiento ya sin las extensiones de Alberto Sanders, mantuvo el gloss y pestañas que hace tiempo lucen menos recargadas y renegridas. Veamos día por día.

Lunes: optó por el mencionado vestido aguamarina con escote cuadrado con bella chaqueta al tono en una textura de transparencias. Acompañó con bijoux plateada, con destaque de la gargantilla en plata y brillantes.

Martes: eligió el contraste en lugar del degradé. Pantalón y remerita negras, cortado por una bella chaqueta cruda, con pespuntes negros y dos botones. A destacar, el enorme medallón con fondo negro y letras doradas superpuestas que rezaban CFK. Pendía de una suerte de cordón amarronado y a simple vista podía parecer de estilo "hippie". Sin embargo, en el detalle exhibe un fondo de piedra negra, oro y plata. Se sabe, las épocas de hippismo setentista forman parte del arcón de los recuerdos del matrimonio presidencial.

Miércoles: para reunirse con los gremialistas eligió el trajecito salmón, conformado por una pollera y blazer, con lazo a la cintura. Nuevamente cautivó su collar de oro e importante grosor. De lejos, parecía tener forma de serpiente, aunque con una mirada más atenta y detallista, se advirtió que el accesorio no resultaba tan retorcido. Lo mejor del look del miércoles fue el bello cinto de varias tiras confeccionado en piedras ámbar y dorado.

Ayer: en su reunión con el gobernador de Misiones, Maurice Closs, lució un traje crudo veteado con beige, y el destacado radicó en la casaca que sólo dejaba ver el cuello redondo y parte de la bella textura: entre transparente y tornasolada. engamada en amarillos y marrones claros. Eligió un delicado collar de perlas blanco y un prendedor en la solapa del saco, en forma de moño, de oro y brillantes.

Conclusión: esta semana insistió en conservar los detalles "sexys" como el taco aguja, el talle avispa marcado con finos lazos de piedras o abotonado, que siempre mejora su figura. El adecuado corte que exhibe cada uno de sus vestidos y trajecitos hechos a medida, no puede más que completare con ejercicios físicos y dieta para controlar el peso y la suavidad de su piel.

En su entorno recuerdan que cada mañana recibe en su suite de Olivos la jarra con leche fría de rigor, que utiliza para refrescar el rostro. También intenta mantener la rutina de los rollers comprados en Miami, con los que antes de las 8 se entrena alrededor de los jardines presidenciales. El patín resulta ideal para endurecer cuadriceps, aductores y sobre todo glúteos, tal como repitieron durante todo el año las vedettes y actrices participantes de " Patinando por un sueño".

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