15 de julio 2018 - 10:09
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De acuerdo a Izaguirre, "la persona que es adicta al policonsumo de sustancias no tiene control sobre su voluntad, ya que su cerebro está seriamente afectado por el accionar del alcohol, la cocaína, la marihuana, el paco, las pastillas y tantas otras drogas muy tóxicas, altamente peligrosas para el organismo".
"El caso de 'Pity' demuestra que hay una ley que no sirve para ayudar a personas que la están pasando realmente mal en relación al consumo de drogas. Su salud, su vida, están en juego, y quedan a merced de su suerte. El adicto, entonces, tiene tres caminos. Puede cometer delitos de cualquier índole, toma el suicidio como una opción o llega al homicidio", precisó.
Izaguirre detalló que "en realidad, el adicto, cuando llega al extremo del consumo descontrolado, no puede saber si eso que siente como una amenaza es real o parte de una fantasía creada por su cerebro dañado".
"´Cualquier animal hubiera hecho lo mismo´, dijo el propio Álvarez sobre su comportamiento asesino. Es claramente lo que piensa de él mismo. Se observa como un animal, sin posibilidad de reflexionar, razonar o pensar", evaluó.
Asimismo, señaló que "la persona afectada, lo que no tiene es la sensación de culpa, no puede medir las consecuencias, porque no le importa, no le otorga valor a sus actos sobre otras personas o sobre sí mismo".
"De esta manera, el poliadicto actúa frente al impulso inmediato. Por pulsiones que no puede controlar. Una vez eliminado el objetivo que le provoca temor, continúa con su vida, sigue de largo como si nada hubiera ocurrido. Si a 'Pity' lo declaran inimputable es también una forma de condena. Claro que debe ser resguardado, porque en este momento su cerebro no está en condiciones de vivir en sociedad", señaló el titula de AARA.
Finalmente, Izaguirre indicó que "la Ley de Salud Mental es una realidad mágica, que dice que las personas tienen derecho a consumir si es lo que quieren, en lo concreto esto no existe, el cerebro está dañado y la persona no puede parar de consumir".
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