26 de marzo 2009 - 20:27

"Llegué por la desesperación", dijo el piloto que nadó siete horas para recatar a su novia

Llegué por la desesperación, dijo el piloto que nadó siete horas para recatar a su novia
Luis Crespo, el piloto civil que nadó siete horas en el Río de la Plata en busca de auxilio después de naufragar y logró de esa manera que su pareja fuera rescatada de las aguas por la Prefectura, afirmó que llegó hasta la costa "por la desesperación" y por la necesidad de "pedir ayuda" para su novia.

"Nadé, nadé y nadé durante muchas horas hasta que llegué. Pensé que no me iba a dar el cuerpo, que no iba a llegar braceando, pero creo que llegué por la desesperación y para poder pedir ayuda", dijo Crespo, de 45 años, ya repuesto de la odisea que le tocó vivir.

La pareja, que vive en la ciudad de La Plata, había salido el martes último en una embarcación hacia la ciudad uruguaya de Colonia, pero de pronto la lancha se rompió y en pocos minutos se hundió, a unos 6 kilómetros de la costa argentina.

Como Laura Di Battista, una arquitecta de 37 años, no podía avanzar a nado hacia la costa, Crespo se despidió, decidió ir él solo en busca de ayuda y la dejó con dos chalecos salvavidas.

"Nunca perdí las esperanzas, pero no sabía si ella iba a aguantar en el agua. Gracias a Dios, mi mujer es una maravilla", señaló emocionado.

Acerca del momento en que tomó esa decisión, Crespo enfatizó: "Era desesperante. No sabía si dejarla o volver".

Y agregó: "En un principio le pedí que nadara. La intenté llevar (hacia la costa), pero decía que no podía. No íbamos a llegar a ningún lado. Le dije que aguantara, y yo me alejé".

Su pareja permaneció a la deriva en cercanías de Quilmes, cuando fue divisada y rescatada por personal de la Prefectura Naval.

Crespo había logrado llegar a la costa, y cuando dio aviso de la situación se activó el operativo de rescate.

"Nos íbamos para Colonia, no estábamos muy lejos de ese lugar, pero yo me sentía muy descompuesta y decidimos volver. De pronto sentimos un fuerte ruido y vimos que se abrió el piso, de pronto empezó a entrar agua por todas partes y en segundos, pese a que nos quisimos agarrar de los asientos, todo desapareció. Nos quedamos en el agua", recordó la mujer.

Tras el rescate exitoso, y luego de ser compensada, la mujer llegó al Puerto de La Plata, donde la esperaba una ambulancia que la trasladó al Hospital Horacio Cestino de Ensenada.

"Mientras flotaba, sentí mucho frío, se me adormecían los labios, fue desesperante ver cómo se hacía la noche, por momentos me quedaba dormida y trataba de mantenerme despierta. Las olas eran de más de un metro, pero recé mucho y siempre mantuve la esperanza, por eso cuando vi los helicópteros de la Prefectura sentí que volvía a nacer. Tengo una gratitud inmensa hacia todos los que intervinieron en mi rescate, gracias a ellos y a mi novio, hoy puedo contar lo que me tocó vivir", agregó Di Battista.

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