La histórica referente de Madres de Plaza de Mayo, Vera Jarach, murió este viernes a los 97 años. Se trata de una de las grandes exponentes y luchadoras por los derechos humanos en el país.
Murió Vera Jarach, referente de Madres de Plaza de Mayo
También era integrante de la Fundación Memoria Histórica y Social Argentina. Su hija, Franca Jarach, fue desaparecida por la última dictadura militar.
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Vera Jarach falleció a los 97 años.
Desde Abuelas de Plaza de Mayo escribieron un sentido texto donde afirman que al organización "despide con profunda tristeza a la compañera de lucha Vera Jarach, Madre de Plaza de Mayo-Línea Fundadora".
"Vera llegó a la Argentina escapando del fascismo en Italia. Su abuelo fue asesinado en Auschwitz. Años más tarde, su hija, Franca Jarach, sería víctima del genocidio perpetrado por la última dictadura argentina", resaltaron.
Luego, agregaron: "Desde entonces, Vera luchó por Memoria, Verdad y Justicia. Tenía claro que cuando la humanidad no recuerda, puede repetir las tragedias más horrendas. Por eso luchaba con la palabra, el relato, la participación. Le encantaba conversar con jóvenes porque sabía que allí está la garantía de la no repetición".
"Vera repetía, una y otra vez, que al Nunca más debía agregarse ´Nunca más el silencio´. Y lo hizo hasta el último de sus días, en cada charla, en cada reunión entre compañeros y compañeras de lucha. Seguiremos tu ejemplo, querida Vera, combatiendo el olvido y el silencio, cuidando siempre la memoria", finaliza el mensaje de Abuelas.
Según indicaron allegados, la despedida a Vera será este viernes de 17 a 20 en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires (Perú 160). La ceremonia se reanudará el sábado de 8 a 11 de la mañana. De allí, el cortejo partirá hasta el cementerio de la Chacarita.
La historia de Vera Jarach
Vera Vigevani de Jarach nació el 5 de marzo de 1928 en el norte de Italia. Creció en un contexto marcado por el avance del fascismo y las leyes raciales que persiguieron a la comunidad judía. Su abuelo fue asesinado en Auschwitz y nunca tuvo una tumba para ser recordado.
En marzo de 1939, junto a sus padres, dejó atrás Milán para refugiarse en la Argentina. El viaje lo realizaron en el barco Augustus, en segunda clase porque el dinero apenas alcanzaba. Recordaba que, pese al miedo que los rodeaba, los niños jugaban a las escondidas en los pasillos. “Todavía era una nena, pero cuando llegué se terminó mi infancia”, relataba años después.
Al llegar a Buenos Aires, cursó la primaria en una escuela italiana. Cuando quiso continuar sus estudios secundarios, sufrió su primera gran frustración: su padre deseaba que entrara al Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA), pero en ese entonces solo admitía varones. Finalmente, rindió examen e ingresó a un liceo de señoritas.
Más tarde trabajó como periodista en la agencia italiana ANSA, donde desarrolló gran parte de su carrera profesional. En su juventud conoció al ingeniero italiano Jorge Jarach, con quien se casó y formó una familia.
Después de varios años de matrimonio, nació su única hija, Franca Jarach, el 19 de diciembre de 1957. Las fotos la mostraban con una sonrisa idéntica a la de su madre. Franca fue una alumna destacada: llegó a ser abanderada en el CNBA, pero la expulsaron junto a otros compañeros por su militancia política. Ella decidió no regresar y completó sus estudios en un liceo.
El secuestro y la desaparición de Franca
El 25 de junio de 1976, a los 18 años, Franca fue secuestrada en un operativo vinculado a la caída de un grupo de militantes gráficos. Días después, logró hacer una breve llamada telefónica a su familia: aseguró que estaba en la Superintendencia de Seguridad Federal, que la trataban bien y que recibía abrigo, comida y medicación.
La realidad era mucho más dura. Según reconstruyó su madre años después, Franca fue trasladada a la ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada) y se convirtió en una de las víctimas de los vuelos de la muerte. Al igual que su abuelo, nunca tuvo una tumba.
Desde ese momento, Vera inició una búsqueda incansable. El primer organismo al que acudió fue la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), creada poco antes del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. Un año más tarde se sumó a las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
Con el tiempo, también integró la Fundación Memoria Histórica y Social Argentina, el directorio del Espacio Memoria y Derechos Humanos –exESMA–, y la organización Memoria Abierta. Fue una de las referentes en la defensa de los derechos humanos y en la denuncia de los crímenes de la dictadura.
Reconocimiento y legado
Vera impulsó múltiples homenajes a los estudiantes desaparecidos del CNBA y participó en la publicación de La otra Juvenilia, de Werner Pertot y Santiago Garaño, donde relató su experiencia. “Tengo dos historias que demuestran que lo pasó una vez puede volver a suceder”, advertía cada vez que hablaba de su abuelo y de su hija.
Fue también una de las fundadoras del Parque de la Memoria, emplazado junto al Río de la Plata. En un documental de esa institución, se la mostró recorriendo el muro con los nombres de los desaparecidos: “Yo me imaginaba en piedra los nombres”, contó. Aquello que soñó se hizo realidad.
La despedida de Cristina Kirchner a Vera Jarach
La expresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, despidió a la referente de Madres desde sus redes sociales: "Esta es la última foto que tenemos con Vera. Me vino a visitar a San José 1111 pocos días después de la condena de la proscripción", escribió acompañando la frase con una imagen reciente.
"Llegó a la Argentina escapando del nazismo y, años después, otra tragedia la encontró en nuestro país, cuando la dictadura cívico militar desapareció a su hija Franca de 18 años, militante de la UES", agregó la exmandataria.
"Vera Jarach… tenía 97 años… nunca dejó de luchar y de sonreír: ejemplo de Resiliencia y Memoria. Te vamos a extrañar", finalizó.
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