Nueva York enfrenta un serio problema de salud pública derivado de la exposición constante a niveles de ruido superiores a lo saludable. Entre el tráfico, el subte ruidoso, sirenas y música en bares y restaurantes, la ciudad genera un entorno acústico que afecta la audición y el bienestar de sus 8,5 millones de habitantes.
Vivir entre ruidos: un peligro para la salud muchas veces ignorado
Tráfico, transporte y música alta exponen a millones a niveles que afectan la audición y la salud general en la Gran Manzana.
-
Hallaron muerta influencer Ariela "La Langosta" en su auto
-
Google lanzará Pixel 10 Pro Fold. su modelo de celular plegable

Tráfico, transporte público, sirenas, obras y música en bares y restaurantes generan niveles sonoros superiores a lo saludable para los neoyorquinos.
El Ayuntamiento de Nueva York recibió más de 750.000 quejas por ruido en 2024, siendo esta la más frecuente, y hasta el 14 de agosto de 2025 casi medio millón. La ciudad cuenta con un Código de Ruido que regula niveles sonoros de vehículos, construcciones y actividades recreativas, además de cámaras con sensores para multar a los infractores.
Impacto del ruido en la salud auditiva
Según un estudio del profesor Richard Neitzel y la Universidad de Columbia entre 2010 y 2012, el 90% de los neoyorquinos están en riesgo de sufrir pérdida de audición por soportar diariamente niveles de ruido superiores a los 70 decibelios, considerados el promedio saludable. Una conversación normal alcanza los 50-65 decibelios, el tráfico entre 70-85 y un martillo taladrador llega a 110 decibelios.
Actualmente, Neitzel dirige un estudio nacional en colaboración con Apple con más de 200.000 voluntarios que utilizan relojes inteligentes. “El 25% de los estadounidenses están expuestos a niveles de ruido que podrían dañar su audición con el tiempo”, indica. Entre jóvenes de 18 a 25 años, la principal fuente de exposición son los auriculares de los teléfonos móviles, mientras que barrios con predominio de poblaciones latinas y afrodescendientes experimentan altos niveles de ruido ambiental.
Aunque la población expuesta al ruido es similar a la expuesta a la contaminación del aire, la acústica “no recibe la misma atención”, recuerda Neitzel. El ruido está directamente relacionado con problemas para dormir, accidentes cardiovasculares, depresión, deterioro cognitivo, partos prematuros, bajo peso al nacer y peores resultados escolares.
La audióloga Michele DiStefano, directora del Centro de Audiología Shelley y Steven Einhorn, alerta que “cuanta más exposición y más alta la intensidad, mayor será la pérdida auditiva” y advierte que “lo puedes prevenir, pero no revertir”. Según la especialista, proteger la audición requiere educación y medidas preventivas ante niveles excesivos de ruido.
- Temas
- Nueva York
Dejá tu comentario