Muy contrariamente a lo que se cree, no hay edad para comenzar con el entrenamiento físico. El cuerpo puede responder, adaptarse y transformarse con constancia, sin importar el momento en que arranquemos. Un ejemplo claro de esto es un hombre que comenzó a los 65 años y hoy es un referente para 375.000 seguidores de su cuenta de Instagram.
Las claves de su entrenamiento: el abuelo que dejó su vida sedentaria para transformar su físico a los 70 años
A veces, la vejez puede ser un freno para el ejercicio, pero nunca es tarde para comenzar a moverse.
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Un ejemplo inspirador para el entrenamiento.
Ese es el caso de Wojciech Wcawowicz, quien, tras retirarse y llevar una vida de inactividad, retomó el entrenamiento físico junto a su hijo, y con disciplina y esfuerzo logró un físico que muchos en plena juventud envidiarían. Actualmente, nadie puede creer que tenga 71 años.
Un cambio rotundo en pocos años: la historia de Wojciech Wcawowicz
Wojciech trabajó toda su vida como profesor de educación física, activo y vinculado al deporte. Pero al jubilarse hace alrededor de una década, cayó en una rutina sedentaria que le hizo perder energía, masa muscular y motivación. Consciente de esa caída, pidió ayuda a su hijo Tomasz para volver al gimnasio, marcando el punto de inflexión que reactivaría su motivación.
Desde ese momento, su transformación fue tan evidente como inspiradora. En redes sociales lo conocen como “Fit Oldboy”, y comparte su evolución (entre los 61 años y la actualidad) donde muestra no solo una musculatura notable, sino también una destreza física que desafía la expectativa de su edad.
Las claves de su entrenamiento para tener un físico envidiable a los 70 años
El enfoque de Wojciech combina distintas modalidades: ejercicios de fuerza (press de banca, sentadillas, peso muerto), calistenia (flexiones, dominadas) y actividad cardiovascular, lo que le permite mantener fuerza, resistencia y movilidad en equilibrio.
Además, su alimentación se sustenta en proteínas (pollo, pescado, huevos), carbohidratos complejos, grasas saludables y una adecuada hidratación, complementada con duchas frías para favorecer la recuperación.
En este camino, el apoyo de su familia ha sido fundamental. Entrenar junto a su hijo Tomasz y contar con la motivación de su esposa Iwona le dio un incentivo emocional extra, reforzando su disciplina y compromiso para sostener este cambio transformador.
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