26 de enero 2022 - 10:34

Alemania debate prohibir Telegram, nicho de movimientos antivacuna y racistas

El gobierno de Scholz analiza varias medidas contra la app por no bloquear discursos de odio ni cooperar con la policía, entre ellas su prohibición total.

Tras los controles en Facebook y Twitter, los usuarios migraron a Telegram para promocionar ideas extremistas.

Tras los controles en Facebook y Twitter, los usuarios migraron a Telegram para promocionar ideas extremistas.

Pixabay

Desde la difusión de teorías del complot hasta amenazas de muerte: la mensajería encriptada Telegram, particularmente popular entre los movimientos antivacuna, se encuentra en la mira de las autoridades en Alemania, que la acusan de pasividad respecto a la difusión de discursos de odio.

Quienes se oponen a la vacunación contra el Covid-19 vienen movilizándose desde hace varias semanas en Alemania, donde se manifiestan con regularidad mediante mítines, a veces acompañados por incidentes con las fuerzas del orden.

Es muy probable que las tensiones alcancen otro nivel luego que la iniciativa de vacunación obligatoria, apoyada por el canciller Olaf Scholz pero que divide claramente a la sociedad, que se presentaba este miércoles de tarde al Bundestag (parlamento).

En este contexto, los "propagadores del odio" se encuentran en la mira del gobierno y en particular la mensajería cifrada Telegram.

"Nuestra legislación también es aplicable a Telegram", so pena de multas millonarias, advirtió el ministro de Justicia, Marco Buschmann.

Por su parte, la ministra del Interior, Nancy Faeser, quiere presentar antes de Semana Santa un plan que obligue a esta plataforma digital a eliminar mensajes de odio, así como identificar a sus autores.

Algunos grupos de discusión "antivacuna" en la red congregan hasta 200.000 personas, según un recuento de la AFP.

A falta de cooperación, Faeser no descarta prohibir por completo esta aplicación en Alemania.

Pero antes de llegar a esto, "todas las opciones deben haberse agotado", afirmó, reconociendo que la cooperación europea es necesaria en este asunto tan delicado.

A mediados de diciembre, la Policía alemana realizó una redada en Dresde (oeste), donde incautó armas tras la difusión de amenazas de muerte contra el ministro-presidente del Land, captadas en un grupo de Telegram.

El canciller alemán, Olaf Scholz, desde entonces prometió encabezar una lucha implacable contra una "minoría de extremistas".

Alemania promulgó en 2017 una polémica ley que refuerza su arsenal contra las amenazas lanzadas en Internet, exigiendo que las redes sociales, como Facebook y Twitter, eliminen contenidos delictivos e informen a la policía para posibles inculpaciones.

Así, Facebook anunció en septiembre la eliminación de varias cuentas, páginas y agrupaciones vinculadas al grupúsculo de "librepensadores" en Alemania, hostil a las medidas para combatir a Covid-19.

"Como consecuencia de que las grandes plataformas ya no permiten contenidos de odio racista, antisemitismo o de la extrema derecha, como la negación del Holocausto, quienes los difunden buscan nuevas herramientas. Y, actualmente, la más popular en Alemania es Telegram", señala a la AFP Simone Rafael, responsable digital en la Fundación para la lucha contra el racismo 'Amadeu Antonio'.

Mientras Facebook colabora con las autoridades respetando la ley, no es el caso Telegram, según esta investigadora, quien precisa que la mayoría de sus usuarios no están vinculados con movimientos anti-vacuna.

Numerosas solicitudes de la Oficina federal de le Policía criminal de Alemania (BKA) de eliminación de contenidos en esta plataforma han quedado en un limbo.

Existe también la posibilidad de exigir a Google o Apple que la eliminen de sus listados de descargas. Pero, esto no afectaría a aquellos usuarios que ya cuentan con la aplicación.

Para Rafael, la única manera de superar los escollos es prohibirla completamente en Alemania.

Así, se convertiría en el primer país de Occidente en tomar una medida tan radical contra este servicio de mensajería, creado en 2013 por los hermanos Nikolái y Pavel Durov, dos opositores al Kremlin, cuyo objetivo era evitar ser controlados por los servicios secretos de su país.

Ya existen prohibiciones y reglamentos que afectan a Telegram, en China, India y Rusia.

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