Las autoridades iraníes elevaron hoy, jueves, a 309 los fallecidos en la explosión de un tren que circulaba el miércoles por el norte del país cargado con combustible y otros materiales inflamables.
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
Hasan Rasouli, gobernador de la provincia de Jorasan, en el noroeste del país, dijo a los periodistas que se han recuperado hasta el momento 309 cadáveres y que asciende a 460 el número de heridos.
Decenas de personas se han acercado al lugar del accidente para consultar las listas con los nombres de los fallecidos que ya han sido identificados.
La tragedia se produjo cuando el tren, que arrastraba 51 vagones, algunos cargados con sulfatos, diesel, gasolina y algodón, esperaba para partir en la estación de Abu Muslim, cercana a Neishbour, a unos 600 kilómetros al noroeste de Teherán.
De repente, una deflagración de naturaleza desconocida en uno de los vagones puso en marcha todo el convoy, que impelido por la onda expansiva se desplazó por la vía sin control hasta descarrilar en Jayyan, la siguiente estación.
Las llamas se propagaron por 48 vagones, lo que provocó una segunda y fortísima explosión que rompió los cristales de casas que se encontraban a unos 10 kilómetros a la redonda y causó importantes daños materiales en cinco poblaciones.
Dejá tu comentario