Berlusconi otra vez con problemas de polleras: crecen rumores sobre el affaire con una de sus ministras

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se ha quejado hoy del intento de "enfangarle con chismes" sobre él y sus ministros, en referencia aparentemente a las insinuaciones vertidas en los medios de comunicación acerca de una supuesta relación suya con una de sus ministras.

Aunque ningún diario ni medio de comunicación ha publicado el vínculo como tal, la prensa italiana comenta hoy la existencia de unas conversaciones intervenidas a Berlusconi en las que hablaría sobre su "tórrida" relación con una ministra, antes de haber sido nombrada.

Tampoco señalan directamente cuál es la ministra, pero de una u otra forma, apuntan a la de Igualdad de Oportunidades, Mara Carfagna, ex azafata de televisión, ex modelo y finalista en el concurso Miss Italia 1997.

De esa forma, Corriere della Sera, le dedica una página en la que recoge opiniones sobre ella, como la de un periodista del "Giornale", rotativo de la familia Berlusconi, que opina que la ministra debe salir del Gobierno no por las conversaciones telefónicas, sino porque no está preparada para el cargo.

Ese mismo diario recuerda que Berlusconi ya tuvo problemas en el pasado por su afición a Carfagna, ya que le dijo en público que si no estuviera casado, le pediría el matrimonio, lo que provocó una carta pública de su mujer, Veronica Lario, para exigirle excusas también públicas, que él luego le dio.

Los periódicos escriben así sobre el asunto y da por sabido que todo el mundo entiende a qué se refieren y señalan que las conversaciones habrían tenido lugar antes de que ella accediera al cargo.

"¿Es cierto que en un documento acústico, (el primer ministro) explica a Fedele Confalonieri (presidente de Mediaset, el grupo mediático de Berlusconi) las razones prostibularias de la entrada de alguna ministra en el Gobierno?", se pregunta en un artículo del diario la Repubblica.

Esas conjeturas, que estaban en los círculos políticos desde hace unos días, se vieron disparadas después de que ayer el jefe del grupo parlamentario de Italia de los Valores, Massimo Donadi, declarase: "¿Y si Bill Clinton hubiera hecho a Monica Lewinsky ministro de su Gobierno?.

A partir de esa afirmación, en otro artículo de la Repubblica, se lee que "realmente es tierna la impotencia de un jefe de Gobierno que consigue hacer ministras y secretarias de Estado y no logra colocar a una como bailarina, actriz o cantante".

El columnista se refiere a las recientes escuchas telefónicas publicadas en las que Berlusconi pedía a un responsable de la RAI que colocase en la televisión pública a varias mujeres.

A todo este asunto parece haber respondido hoy Berlusconi cuando en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros declaró: "Los sondeos demuestran que el fango sin fundamento de los cotilleos que ocupan la primera página de los periódicos no han cercenado la confianza que los italianos tienen en su Gobierno y su actividad".

Berlusconi, a cuyo flanco estaban seis ministros, entre ellos la de Igualdad de Oportunidades, explicó que renunciaba a convertir en decreto ley el proyecto aprobado por el Gobierno el 13 de junio para limitar las escuchas judiciales a los delitos más graves y aumentar hasta tres años la pena para quien las publique de manera ilegal.

"Renuncio a cualquier ventaja, no tengo necesidad de nuevas normas judiciales", dijo Berlusconi.

La renuncia a convertir en decreto ley la limitación de la publicación de las conversaciones telefónicas se produce después de conocerse que el fiscal que investiga el caso de las recomendaciones de Berlusconi al responsable de la RAI destruirá probablemente las conversaciones que nada tienen que ver con ese caso.

Sería precisamente en esas conversaciones donde estarían las conversaciones sobre las supuestas relaciones de Berlusconi con la ministra.