Miles de personas formaron una cadena humana alrededor de la base estadounidense de Okinawa, en el sur de Japón, reclamando su cierre. La lluvia no impidió que casi 17.000 personas, según los organizadores de la protesta, formaran una cadena de 13 kilómetros.
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El gobierno del primer ministro Yukio Hatayama intenta desde hace meses encontrar una solución para reducir el peso de la presencia estadounidense sobre la población de Okinawa, donde se encuentra la mitad de los 47.000 soldados norteamericanos en Japón.
Hatoyama se había comprometido durante la campaña electoral a desplazar la base fuera de la isla, pero ante la oposición de Estados Unidos, busca ahora un acuerdo.
Según el último borrador, la base de Futemma, actualmente en el centro de la ciudad, se transferiría a las cercanías de la ciudad de Nago, y algunas actividades de la misma pasarían a desarrollarse en otras áreas de Japón.
"Hemos demostrado públicamente la oposición de la población al gobierno central, que trata de modificar su posición desplazando la base al interior de la prefectura", dijo a la prensa el alcalde de Ginowan, Yoichi Iha.
"Queremos que el gobierno negocie con Estados Unidos pero firme en su posición de obtener el desplazamiento (de la base) al menos fuera de Okinawa", agregó.
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