La Habana (ANSA) - Fidel Castro advirtió a George W. Bush que «jamás tendrá a Cuba», en un «Manifiesto» a su pueblo, en el que reveló, además, que se debatió « entre la vida y la muerte» durante la crisis de salud que lo obligó a ceder temporalmente el mando hace casi un año.
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«Durante muchos años pude sobrevivir, por azar, a la máquina de matar del imperio. Pronto se cumplirá un año desde que me enfermé y, cuando estaba entre la vida y la muerte, expresé en la proclama del 31 de julio de 2006: 'No albergo la menor duda de que nuestro pueblo y nuestra Revolución lucharán hasta la última gota de sangre'», dijo Castro.
En su nueva «reflexión-Manifiesto», la décimo octava, publicada ayer en las portadas de la prensa estatal, el dictador cubano arremetió contra Bush y la política de Washington hacia su país. «¡No lo dude usted tampoco, señor Bush!, ¡Le aseguro que no tendrán jamás a Cuba!», advirtió el dictador.
Castro advirtió a Washington que el país sigue afinando su esquema de defensa. Cuba «continuará desarrollando y perfeccionando la capacidad combativa de su pueblo, incluida nuestra modesta, pero activa y eficiente industria de armas defensivas».
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