27 de febrero 2021 - 00:00

El español que fue a Corea del Norte y ahora es la voz del régimen para occidente

Nacido en Tarragona en 1974, ostenta el cargo de delegado cultural del país asiático desde 2002. En diálogo con ámbito, habla sobre pandemia, nuclearización y los 10 años en el poder de Kim Jong-un, entre otros temas.

Alejandro Cao de Benós fue nombrado delegado cultural de Corea del Norte en 2002. Desde entonces, es uno de los encargados de tener puentes con occidente.

Alejandro Cao de Benós fue nombrado delegado cultural de Corea del Norte en 2002. Desde entonces, es uno de los encargados de tener puentes con occidente.

La imagen se repite con frecuencia: miles de soldados y camiones con misiles desfilan por calles vacías frente a monumentos y edificios faraónicos. Desde el palco, el Marshal observa congraciado junto a una guardia pretoriana formada por generales de gorros anchos y pechos reventados de medallas. La voz exaltada del locutor enumera los valores de un pueblo orgulloso. Son postales de otra era, dignas del apogeo de la Unión Soviética, cuando las demostraciones de poder servían como una advertencia a las pretensiones del mundo capitalista. Pero no: ocurren ahora.

Corea del Norte es un enigma. Un desafío que escapa a las concepciones occidentales y a las democracias liberales. Visto a lo lejos, parece una obra de ciencia ficción; alguna de las tantas que alimentaron el imaginario anti comunista de EEUU en los 50. Su régimen hermético, a cargo del joven Kim Jong-un, el heredero, sobrelleva una economía jaqueada por limitaciones propias y bloqueos de las potencias, la constante tensión nuclear con Washington y la posibilidad latente de que el frágil armisticio que puso fin a la guerra de Corea, en 1953, estalle por los aires.

Pero incluso un régimen aislacionista sabe que el planeta del siglo XXI requiere de relaciones exteriores sólidas. Y Pyongyang tiene un jugador clave en ese campo: Alejandro Cao de Benós. Nacido bajo apellido noble en España en 1974, Cao de Benós se convirtió en un ferviente militante comunista. Lejos de dinamitar sus creencias, la caída del Muro de Berlín y la disolución de la URSS lo llevaron a fascinarse por la subsistencia del sistema norcoreano. Sus esfuerzos para difundir las ideas socialistas del país asiático le valieron el cargo de Delegado Especial Cultural, puesto que ocupa desde el 2002. "La existencia de Corea del Norte es una espina que a EEUU le duele mucho", asegura en una extensa charla con ámbito, en la que profundiza sobre la pandemia, la nuclearización, los campos de trabajo y las polémicas que envuelven a una nación de la que mucho se habla y poco se sabe.

Historia

Periodista: ¿Cuándo surge su fascinación por Corea del Norte?

Alejandro Cao de Benós: A partir de los 13 años yo ya tenía un gran interés por la política y por la historia y la filosofía de Asia. Eso me llevó a militar en varios partidos comunistas de España buscando una respuesta a las injusticias que existen en el mundo, donde millones de personas pasan calamidades mientras unos pocos acumulan todo el capital. En la búsqueda de respuestas, había varios modelos basados en el socialismo que luchaban por una sociedad más igualitaria. Uno de los países desconocidos era Corea del Norte. Con apenas 16 años tuve la posibilidad de conocer a mis primeros amigos norcoreanos en Madrid. Estamos hablando de principios de los 90. A raíz de esa primera reunión, me interesé muchísimo por la experiencia, la historia y el trabajo de los líderes Kim Il-Sung y Kim Jong-Il, y creé la Asociación de Amistad con Corea, que continúa hasta hoy.

P.: ¿Usted tenía una formación marxista clásica?

A.C.d.B: Sí, porque es lo primero a lo que accedes. Leía los clásicos: El Capital, El Manifiesto Comunista, lo poco que se podía encontrar en bibliotecas. Yo nací en 1974, apenas un año después murió Franco. Cuando yo era joven, España ya había pasado la transición hacia el liberalismo económico y la democracia capitalista. El ambiente era bastante hostil porque estaba desapareciendo el socialismo en el bloque de países del Este. Se veía al comunismo como algo fracasado. Muchas personas que habían militado en diferentes partidos pasaron a la social democracia burguesa. En el caso de España, al Partido Socialista Obrero Español y a otros partidos llamados de izquierda, que al fin son parte del propio sistema capitalista.

P.: ¿Cómo hizo para congraciarse y ganarse la confianza del gobierno de Corea del Norte?

A.C.d.B.: Ocurrió con el tiempo. Poco a poco me fueron conociendo y yo fui conociendo mucho más a fondo el país. Mi interés se convirtió en una pasión al ver que Corea continuaba con un sistema con esa misma ideología, mientras otros la abandonaban. Como en España no encontraba un lugar donde se luchara por esos principios, tuve interés de residir de forma permanente en Corea; incluso solicité ingresar al Ejército Popular, pero me dijeron que así como había muchos jóvenes militares en el Ejército, a mí me necesitaban en el exterior para ocuparme de las relaciones internacionales, debido a que conozco mucho mejor la forma de pensar occidental. En el cumpleaños del gran líder Kim Jong-Il, el 16 de febrero del 2002, recibí mi posición honoraria como delegado especial cultural del país.

El "Juche” o vivir con lo nuestro

P.: ¿En qué se diferencia el sistema de Corea del Norte con países de corte socialista como Cuba, China o Vietnam?

A.C.d.B.: Es muy diferente. La ideología en Corea es la Juche, y aunque en un principio tiene factores comunes con el marxismo-leninismo, es una teoría propia. Según ella, el país debe buscar su propio destino, su propia ideología. No debe copiar de otros países porque la cultura, la situación, es diferente. Lo que funcionaba en la URSS puede no funcionar en Cuba, o lo que funciona en Cuba puede no funcionar en Indonesia, por ejemplo. La exportación de la revolución no se considera correcta en Corea. Cada nación debe buscar su destino socialista de acuerdo a su realidad. También está la importancia del nacionalismo, de conservar la cultura, la herencia, todo lo que ha generado el país durante milenios: los poemas, la medicina, la arquitectura; mantener un espíritu nacional en el desarrollo económico y social. El Juche también enfatiza la importancia de la autosuficiencia: una nación debe generar sus propios productos. Si no lo hace, dependerá del exterior y eso minará su soberanía nacional. Nacionalismo, autosuficiencia y socialismo son los tres ejes principales.

P.: ¿La vertiente nacionalista no colisiona con la idea comunista de Patria como construcción burguesa?

A.C.d.B.: Para nada. Muchos partidos derechistas claman por el monopolio del nacionalismo, y no es así. Para nada es incompatible el amor a tus raíces, a preservar y proteger la riqueza cultural de tu nación, y protegerla frente a la globalización y a la disolución de tus principios e identidad nacional.

P.: ¿Hay posibilidad de que Corea del Norte avance en la apertura de su economía al estilo de China o Vietnam?

A.C.d.B.: El socialismo no es compatible con la liberalización económica; con que un país se abra al mercado exterior y aplique políticas económicas basadas en las empresas privadas. En Corea todo es estatal, todo pertenece al pueblo. No hay una plusvalía que se queden los empresarios. Todo el beneficio de la producción se reinvierte en el pueblo. Cuando eso cambia, no se puede mantener la igualdad. Empiezan a generarse desigualdades sociales importantes y otros problemas que conllevan la lucha por ser millonario y obtener dinero.

Corea del Norte

Coronavirus en Corea

P.: Hablemos de actualidad. La OMS reconoce a Corea del Norte como uno de los pocos países que no reportan casos de Covid-19. Sin embargo, desconfía de los datos oficiales. ¿Cuál es la realidad?

A.C.d.B.: La realidad es esa, que no existen casos. El día 20 de enero de 2020 se cerraron las totalmente las fronteras; no se permitió la entrada de ciudadanos. El envío de mercancías del extranjero empezó a tener una cuarentena y desinfección en cada uno de los paquetes, trenes y camiones. Hasta hoy no se abrieron las fronteras. Ni yo ni ninguna persona puede entrar a la República. Esa fue la clave del éxito de por qué no entró el coronavirus. Por hacerlo de forma preventiva y muy rápida y, aparte, por mantener higiene, profilaxis y test de PCR y antígenos, que se hacen en colaboración con la OMS y Cruz Roja. Hasta hoy se hicieron 12 mil test y no hay positivos.

P.: Usted destaca la "disciplina" del pueblo norcoreano.

A.C.d.B.: Eso es muy importante. ¿De qué vale una ley u orden por parte del Estado si luego hay personas que la ignoran? No es cuestión de poner 1 millón de policías vigilando a un millón de ciudadanos. En España se llama a la "autorresponsabilidad", pero la realidad es bien distinta: se celebran fiestas multitudinarias, se rompen todas las normas a diario. La disciplina del pueblo coreano es histórica, ya que siempre ha velado por el interés común. La gente sigue la orientación de forma disciplinada; eso evita que haya problemas en una pandemia o en una guerra. Corea siempre está preparada ante una invasión.

P.: ¿Está en los planes de Corea acceder a vacunas contra el Covid-19?

A.C.d.B.: Sí, la prevención siempre por delante del desastre. Corea del Norte desarrolla su propia vacuna, y mantiene contacto regular con Rusia y China para importar las Sputnik V y Sinovac que sean necesarias. Se mantiene el alerta y la prevención frente a una posible contaminación.

Trump Corea del Norte
Deshielo: bajo la presidencia de Donald Trump, EEUU ensayó un acercamiento con Corea del Norte.

Deshielo: bajo la presidencia de Donald Trump, EEUU ensayó un acercamiento con Corea del Norte.

EEUU y la tensión nuclear

P.: Pasemos al tablero geopolítico. Durante la gestión de Trump hubo un acercamiento entre Corea y los EEUU. ¿Cuál es la situación hoy a partir de la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca?

A.C.d.B.: Podemos dividir la gestión de Trump en dos. La primera fase fue de confrontación total. En su famoso discurso "Fire and Fury", dijo que "borraría" a Corea del Norte del mapa. Solo cuando Corea hizo pruebas termonucleares y de misiles de larga distancia, decidió cambiar totalmente de parecer y empezó una política de acercamiento y negociación, como vimos en Singapur y Vietnam (Nota del editor: allí se realizaron los dos encuentros entre Trump y Kim Jong-un). Estamos observando y a la espera de cuál va a ser la política de Biden. Corea del Norte actúa como un espejo: si EEUU quiere dialogar, desea firmar la paz que ponga fin a la Guerra de Corea y respeta al país, a la población norcoreana y a su gobierno, si no la va a atacar o invadir, Corea siempre está dispuesta a acercarse y a abrir relaciones diplomáticas. Si EEUU realiza las mismas tácticas que en Siria, Afganistán o Yemen, Corea del Norte utilizará todo su potencial militar para defenderse.

P.: En paralelo hubo una mejoría en las relaciones con Corea del Sur. ¿Cree que es posible la reunificación?

A.C.d.B.: Tanto el norte como el sur son un solo pueblo con diferentes sistemas desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Comparten la misma cultura, las mismas tradiciones y una sola lengua. Conociendo a muchos amigos en Corea del Sur que desean la reunificación, sé que es posible efectuarla bajo la premisa de una confederación. Esa confederación ya fue ratificada por diferentes presidentes de Corea del Sur. Kim Dae-jung fue el primero, en el 2000. También lo hizo el presidente actual, Moon Jae-in. Tres presidentes surcoreanos ratificaron la idea de que Corea es una sola nación y de que se trabajara por la reunificación basada en la premisa de un país con dos sistemas políticos diferentes. El problema es que Corea del Sur está bajo control político y militar de EEUU. Si no tiene el beneplácito de Washington, aunque lo desee, no puede continuar en los diferentes acuerdos y proyectos de reunificación. Esperan a ver cuál es la política de Biden para saber si pueden acercarse a la reunificación.

P.: ¿Cree que alguna vez Washington le dará luz verde a Seúl?

A.C.d.B.: Ni Corea del Sur ni nadie, a excepción de algunos países del mundo como Corea del Norte, pueden desafiar las órdenes de Washington. Es la primera superpotencia del mundo, con el mayor número de armamento regular y nuclear. Ataca, invade y destruye a aquellos países que no se someten a sus dictados, por lo tanto, la mayoría de naciones no tiene soberanía frente a una orden norteamericana, y esto también le pasa a Corea del Sur. Su margen es cero, salvo que haya un presidente estadounidense que decida entregar la soberanía actual del sur a su presidente, entonces ahí podrá tomar decisiones.

Corea del Norte
Este año, Kim Jong-un cumple una década al frente de Corea del Norte.

Este año, Kim Jong-un cumple una década al frente de Corea del Norte.

Kim Jong-un, el heredero

P.: Este año se cumple una década desde la asunción de Kim Jong-un en el poder, ¿qué balance hace?

A.C.d.B.: Muy positivo. Se desarrolló muchísimo la industria nacional. Llevamos un año con las fronteras cerradas, bajo las sanciones más criminales de la historia, así que un pequeño país de 27 millones de personas sometido a las sanciones de EEUU y sus socios de la ONU, que sigue su curso, se puede imaginar que es porque tiene una solidez nacional importante, que le permite continuar de forma independiente a pesar de lo que pasa en el mundo. En estos diez años se fomentó muchísimo el desarrollo industrial independiente y la modernización de las fuerzas armadas.

P.: Estas sanciones están basadas en la proliferación nuclear y el funcionamiento de campos de trabajo. ¿Usted desmiente la existencia de estos campos?

A.C.d.B.: No. Existen campos de trabajo para los criminales, para las personas que cometen delitos, como en cualquier sociedad. Hay gente que comete graves infracciones, que es juzgada con un abogado y un fiscal, pero a la hora de realizar una sentencia, en vez de estar en una prisión donde hay más drogas dentro que en el exterior, trabaja ocho horas al día como cualquier otro trabajador honesto del país. La diferencia es que esta persona no puede salir hasta que acabe su sentencia. Trabaja como campesino recogiendo arroz o como un obrero en una fábrica, ocho horas de lunes a viernes. Cuando ha cumplido su pena, retorna a la población. De cualquier forma, las sanciones de EEUU tienen como argumento principal que Corea tiene armas nucleares. El hecho de que tenga un poder que le permita independizarse del mayor imperio del mundo le supone a EEUU una espina que le duele mucho, porque serviría de ejemplo a otros países en vías de desarrollo.

P.: Meses atrás se conoció un documental danés sobre Corea del Norte llamado "El Infiltrado" que lo tuvo a usted en el centro de la polémica. ¿Qué opina al respecto?

A.C.d.B.: Se trata de un montaje total y absoluto, en el que se manipulan tanto las imágenes como el verdadero significado de esa reuniones, donde este director al que conozco, usa y abusa de mi imagen con fines económicos. Mantengo contacto con las autoridades de España y con el propio panel de sanciones de las Naciones Unidas, quienes, tras visualizar las imágenes, vieron que no hay ninguna prueba ni evidencia y que no tiene ninguna coherencia lo que publicado en ese film. En las dos o tres reuniones en las que aparezco, yo estoy ejecutando un papel, porque yo sé que esas personas están proponiendo algo ilegal o son personas de servicios de inteligencia extranjera. Ellos me filman con una cámara oculta, ellos son actores, pero yo también estoy actuando para obtener información de ellos.

P.: En España hay una situación política convulsa, que incluye el reverdecer de movimientos de extrema derecha y pro-Franco. ¿Qué análisis hace?

A.C.d.B.: Mi opinión personal como español, no como delegado de Corea, es que España tiene un grave problema desde el final del franquismo, y es que no se ha depurado a los generales ni a los ministros franquistas que quedaron tras el fallecimiento de Franco. No hay que olvidar que el franquismo no fue derrocado, sino que hubo una continuidad con el rey emérito español, quien se supone que iba a continuar ese régimen, pero que finalmente lo abandonó. Nunca ha habido una limpieza en las instituciones españolas. Los mismos que tenían control todavía lo mantienen o se lo pasaron a sus hijos. Eso hace que nunca en España exista esa supuesta libertad o democracia, porque tanto en los organismos judiciales, que son tremendamente importantes, o en altos cargos de las fuerzas de seguridad haya un grupo de personas franquistas que están enquistadas en el sistema.

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