El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, evalúa vender el Tesla que adquirió en señal de apoyo a Elon Musk, hoy convertido en su exaliado, según reveló el pasado viernes un funcionario de la Casa Blanca. La tensión entre ambos se desató tras una disputa pública que escaló rápidamente el día anterior.
Donald Trump analiza vender su Tesla tras los fuertes cruces con Elon Musk
El presidente estadounidense y el magnate sudafricano mantiene, hace días, una disputa pública en torno al proyecto de ley fiscal. El jueves pasado, la empresa de autos eléctricos perdió más de u$s150.000 millones de capitalización bursátil.
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El automóvil en cuestión es un modelo S de color rojo, que se encuentra estacionado en el área privada de la residencia ejecutiva. Según el mismo funcionario de la Casa Blanca, el mandatario define si el Tesla será vendido o, incluso, regalado.
La decisión de Donald Trump sobre su auto Tesla
En detalle, Trump había comprado el vehículo en marzo durante un evento oficial en la Casa Blanca. El hecho- a pocos meses de iniciado su segundo mandato como presidente - quedo enmarcado como un fuerte gesto de respaldo hacia Musk y el desarrollo de autos eléctricos.
Es que, en ese momento el empresario atravesaba dificultades: enfrentaba ataques a los concesionarios y estaciones de carga de su compañía, además de una caída en ingresos y cotización bursátil, en medio de la controversia por su rol al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
Sin embargo, según detallaron desde la Casa Blanca, tras los ataques sucedidos entre ambos - entre los que Musk acusó a Donald Trump de estar en los famosos archivos relacionados al pederaste Jeffrey Epstein - el presidente norteamericano busca desligarse de su relación con la empresa. Incluso, una alternativa sería regalar el auto.
La decepción de Donald Trump por lo sucedido con Elon Musk
La relación entre ambos se rompió públicamente el jueves, a raíz de una discusión en redes sociales que incluyó amenazas de Trump de cancelar contratos millonarios del empresario con el Gobierno. Musk, por su parte, respondió acusando al presidente de haber estado involucrado en la ocultación de archivos relacionados con el caso Epstein, y sostuvo que Trump no habría ganado las elecciones de 2024 sin su respaldo. Además, también puso en riesgo los planes de la NASA al amenazar con desarmar la cápsula Dragon, el único desarrollo estadounidense capaz de llevar astronautas a la Estación Espacial Internacional.
En diálogo con el medio ABC News, Trump fue contundente sobre su relación con Musk. Según el mandatario estadounidense, su antiguo socio “perdió la cabeza” y aunque Musk busca reanudar el diálogo tras el enfrentamiento, él no está “particularmente” interesado en conversar.
Fuentes cercanas al mandatario aseguraron que el viernes se mostró más “decepcionado” que enojado por la situación. En otra entrevista con CNN, el presidente afirmó que “ni siquiera está pensando” en Musk y que no hablará con él “en un tiempo”.
El conflicto se originó luego de que Musk criticara el plan fiscal y presupuestario impulsado por el Gobierno republicano, que según estimaciones, podría incrementar la deuda pública estadounidense en más de 2 billones de dólares.
En ese contexto - y tras los fuertes cruces en redes sociales - las acciones de Tesla cerraron el jueves con una caída del 14 % en Wall Street. Posteriormente, el viernes, registraron una recuperación inicial con subas cercanas al 6 %.
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