4 de diciembre 2025 - 09:20

Donald Trump estrenó su "Fake 7, 8": de qué trata la web de la Casa Blanca que apunta contra los medios

El presidente de los Estados Unidos lanzó una sección en la web de la Casa Blanca que apunta a desmentir noticias de medios. En la misma reflejan a los "ofensores" de la semana.

La Casa Blanca y su propio Fake 7, 8.

La Casa Blanca y su propio "Fake 7, 8".

Al mejor estilo Fake 7,8 de Manuel Adorni, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una sección en la web de la Casa Blanca destinada a desmentir "noticias falsas" contra la administración del republicano. La medida marca un nuevo capítulo en el conflicto que mantiene contra los medios de comunicación.

Además, el pasado martes, la Casa Blanca anunció una línea de denuncia y animó a los ciudadanos de EEUU a que envíen "artículos tendenciosos o innegablemente falsos" para ayudar a "mantener actualizado el Portal de Sesgo Mediático".

Donald Trump y su "Fake 7, 8": cómo funciona la web de la Casa Blanca contra las "noticias falsas"

La Casa Blanca estrenó esta semana el denominado "Portal de sesgo mediático". Según detallaron, la misma tiene por objetivo combatir las mentiras "infundadas" que - desde la gestión de Trump denuncian - son impulsadas por los movimientos "izquierdistas".

¿Cómo funciona el portal? En primer lugar los usuarios se encuentran con el siguiente mensaje: "Engañoso. Sesgado. Expuesto".

Luego, se puede observar quienes fueron los "delincuentes mediáticos de la semana". En esta primer edición, el título fue para The Boston Globe, CBS News y The Independent. A continuación, se refleja un breve video de las "noticias falsas" que justifican la elección.

Kelly-Sedition

El video que resume el conflicto de la semana.

Posteriormente, la web presenta distintas categorías que buscan desmentir en detalle lo publicado por los medios.

En primer lugar, bajo el título "Medio" (Output en su versión en inglés), se enumera los medios que serán desmentidos por la administración de Trump, seguido por los reportes que publicaron la noticia.

Luego, la web presenta la "afirmación" o "acusación" oficial de la Casa Blanca. En este primer caso, acusan que "los medios de comunicación tergiversan y exageran los llamados del presidente Trump a la rendición de cuentas de los demócratas". También, se "categoriza" el tipo de noticia que será impugnada.

En la sección "la ofensa", los funcionarios de la Casa Blanca ahondan en su desmentida. "Los medios de comunicación tergiversaron el llamado del presidente Trump para que los miembros del Congreso rindan cuentas por incitar a la sedición al decir que pidió su 'ejecución'", aseguraron sobre los casos de esta semana.

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Así se ve

Así se ve "el caso de la semana".

Tras esto, se presenta en detalle "la verdad" emitida desde la Casa Blanca. En las acusaciones a los tres medios mencionados, desde la Casa Blanca justificaron: "Los demócratas y los medios de comunicación falsos insinuaron subversivamente que el presidente Trump había dado órdenes ilegales a militares. Todas las órdenes que ha emitido el presidente Trump han sido legítimas. Es peligroso que los miembros del Congreso en funciones inciten a la insubordinación en las fuerzas armadas de Estados Unidos, y el presidente Trump exigió que rindan cuentas".

La web finaliza su edición mostrando los "puntos claves" de la "fakenew" y otorgan un listado de "fuentes" para que los ciudadanos puedan investigar las bases del reclamo de la Casa Blanca.

La respuesta de los medios acusados

Académicos, organizaciones de defensa de la libertad de prensa y figuras de ambos partidos coincidieron en que Donald Trump volvió a cruzar una línea roja: ya no se trata de un exabrupto más de un presidente conocido por sus arrebatos, sino de un uso del aparato estatal para intimidar a los medios, un salto cualitativamente distinto.

La controversia se intensificó tras la publicación de una investigación de Reuters, que reveló la amplitud de las “venganzas” impulsadas por Trump desde que regresó al poder. Según el relevamiento, 470 personas, organizaciones e instituciones fueron blanco de represalias - más de una por día - y en 28 ocasiones el mandatario sugirió quitarle la licencia a cadenas completas de televisión que, a su juicio, ofrecían una cobertura desfavorable.

En medio del revuelo, distintos periodistas mencionados en esas listas intentaron bajar el tono con mensajes en redes sociales. “La Casa Blanca ofrece un servicio valioso al crear esta guía de reportajes de primera calidad y basados en hechos”, ironizó Feinberg en X el lunes, al tiempo que invitó a leer los trabajos de The Independent en su web y su app.

García, por su parte, también respondió en X con un contraste que deja entrever la preocupación de fondo: “Por cierto, dejando de lado las bromas sobre que Trump me puso en una lista, todavía puedo hacer mi trabajo. Eso es muy diferente a lo que ocurre con los periodistas en Arabia Saudita, Ucrania y Gaza. Hace unos meses, un ataque israelí mató a Maryam Abu Daqqa, quien escribía para mi medio. Me siento bendecida”.

La polémica, lejos de disiparse, reavivó la alarma sobre el clima que enfrentan los medios en la era Trump y el impacto que estas medidas pueden tener más allá de las fronteras estadounidenses.

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