El presidente estadounidense, Barack Obama, declaró que las relaciones con el gobierno brasileño son "sólidas" a pesar del roce causado por el espionaje de la agencia NSA contra su colega Dilma Rousseff, que en protesta suspendió una visita de Estado a Washington.
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El gobernante norteamericano "está confiado de que se puede mantener una relación sólida" con el gobierno brasileño dentro de un clima "afectuoso", declaró el consejero de Seguridad Nacional Bem Rhodes.
"Nosotros tenemos un diálogo sustancial a través de los canales diplomáticos y los de inteligencia para tratar las preocupaciones brasileñas" comentó Rhodes, luego de la ceremonia en Sudáfrica, según publicó el diario Estado de Sao Paulo.
Obama y Rousseff se saludaron el martes en Sudáfrica durante los funerales del líder Nelson Mandela, dos meses después de que la mandataria denunció la invasión de sus comunicaciones por parte de la NSA, revelada por el ex agente Edward Snowden.
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